Monárquica confesa, Ágatha Ruiz de la Prada no oculta que no comulga en exceso con la reina Letizia. La última entrevista de la diseñadora en 'Sábado Deluxe' ha dejado claro que la mujer de Felipe VI no es de su agrado. "De la Reina Letizia no hay nada que me interese", ha manifestado. Siempre sin pelos en la lengua añadía lo siguiente: "¿Por qué no hay nadie en España que pueda criticar a Letizia? Es una cosa como medieval. Eso sí, en petit comité la critica todo el mundo. Es como un tabú".
"Hay gente que es elegante y otra que no. Se puede tener una reina hortera y no pasa nada", ha señalado. La empresaria se ha encontrado con la férrea defensa que ha hecho Jorge Javier Vázquez sobre la reina Letizia. "Ha sido una mujer muy maltratada en este país", afirmaba el presentador. Mientras que Ágatha Ruiz de la Prada volvía a reiterar el poco agrado que siente por la mujer de Felipe VI: "Gusta muchísimo a los no monárquicos y menos a los monárquicos". También ha querido quitar hierro al comentario en el que califica a doña Letizia como una "hortera vistiendo" recordando que otros personajes públicos también le parecían poco estilosos, pero no se trataba de nada malo.
Ágatha Ruiz de la Prada se explaya
La diseñadora ha reconocido que Victoria Federica de Marichalar, en cambio, sí le parece una joven muy elegante y que le viene de cuna. Sin embargo, ha incluido a la lista de horteras del país a un número destacado de nombres. "Luismi y el 'Innombrable' son horteras y mira, estuve con ellos". Tampoco le gusta el estilo de Georgina Rodríguez, la pareja de Cristiano Ronaldo. "Es maravillosa, pero es muy hortera. Ser hortera no es un insulto. La Preysler nunca me ha parecido elegante. Cuando se casa con Carlos Griñón la gente bien dijo que se había casado con una hortera".
Ágatha Ruiz de la Prada, que ha acudido al programa para presentar sus memorias, también ha repasado algunos capítulo importantes de su vida, entre ellos, cómo vivió el suicido de su progenitora. "Mi madre siempre estuvo mal. Le diagnosticaron un trastorno maníaco-depresivo y decidió acabar con su vida. Se tomó muchas pastillas". Desde entonces siempre se ha arrepentido de no haberle cogido el teléfono cuando aquel día intentó contactar con ella. "Todos los días me acuerdo de ella. Cada vez que me paso algo bueno pienso 'qué pena mi madre, lo que se ha perdido'". Nunca ha juzgado a su progenitora por haber decidido acabar con su vida. "Yo respeto a la gente que se suicida. La considero gente valiente, pero me da rabia porque hay tantas cosas impresionantes de bonitas en tu vida".