La troupe de Ágatha Ruiz de la Prada (62) aterrizó en Sofia para invadir con su alegría, buen rollo y color la capital búlgara. La diseñadora tiene a sus espaldas miles de pasare-las por todo el mundo, pero esto era algo más especial, ya que se trataba de un “viaje experiencia” junto a 200 españoles, en el que el núcleo central era su desfile en el marco de la Spanish Fashion in Sofia. Durante tres días SEMANA tuvo el privilegio de vivir minuto a minuto pegada a la diseñadora. Recorrer los lugares más emblemáticos de la capi-tal búlgara, visitar el monasterio de Rila, encontrarse con el rey Simeón en su palacio de Vrana...
Ágatha, pura vitalidad, estuvo con todos y para todos, disfrutando de las cenas y fiestas, mezclándose con los invitados, pero cumpliendo con todos los compromisos profesionales. Ella fue la “jefa” de su grupo en el que no faltó su novio, José Manuel Patón; su hijo Tristán, CEO de la empresa, que fue con su novia; su jefe de taller, Javier; su relaciones públicas, Catarina; o su íntimo amigo el relaciones públicas Mario Niebla del Toro, con el corazón dividido, ya que también es íntimo amigo de Carmen Lomana.
¿Cómo ha sido la experiencia en Bulgaria?
He estado en todos los países del Este, les gustan mucho mis diseños porque después del comunismo el color es muy necesario, pero es la primera vez en Bulgaria. Es un viaje especial, es una nueva modalidad por la que se está apostando “el viaje experiencia”. Vas a Bulgaria, pero a un desfile de Ágatha Ruiz de la Prada. El núcleo central del viaje es mi desfile.
Te presentan como símbolo de la modernidad en España. ¿Después de tanto tiempo en la moda, como recibes ese calificativo?
Es que lo soy y lo he sido siempre. Nunca he sido rancia. Y hay gente que empieza ahora y dices ‘Dios mío cómo pueden ser tan rancios’. Diseñadores modernos en España ha habido muy pocos. Ni Manuel Piña ni Alvarado eran modernos, yo era infinitamente más moderna que ellos. Mi moda viene del mundo de la arquitectura, del arte contemporáneo.
A los 60 has tenido un nuevo renacer, ¿estás en el mejor momento de tu vida?
Ahora tengo más tiempo para dedicar a mi profesión porque mis hijos ya son mayores. Es la época de mi vida en la que estoy más libre.
Trabajas con tus hijos, ¿cómo eres como jefa?
El director general de la empresa es mi hijo Tristán, cuan-do hay un problema se lo encasqueto a él. Me llama jefa, pero porque yo también se lo llamaba a mi padre.
¿Cómo eres como madre?
Estoy en el momento más despegada del tema madre. He sido muy madre pero, como dice Cósima, no puedo estar todo el día sobreactuando de madre. Aunque he viajado mucho y he dejado mis hijos a todo el mundo, siempre me he ocupado mucho y he estado pendiente de ellos y me ha encantado hacerlo.
¿Cómo son tus hijos?
Son muy educados. No es que sean prudentes por relaciones públicas, es que los temas les traen sin cuidado. Yo me acostumbré después de 30 años con un periodista a leer los periódicos, pero ellos pasan mucho. Han estado fuera y no conocen nada de este mundo.
¿Qué han heredado de su padre y de ti?
Somos todos diferentes. Yo he tenido que luchar más y ellos están más protegidos.
¿Cuándo estabas con Pedro Jota, uno de los hombres más poderosos de España, te mordías mucho la lengua?
En esa época, por respeto, era mucho más discreta. No había entrado tanto en el mundo de la prensa. Pero cuando te das cuenta de que estás sola y te tienes que sacar las castañas del fuego, necesitas todo tipo de apoyos.
¿Fuiste en algún momento de tu vida una mujer convencional?
Nunca. No he sido una ama de casa convencional, no sé cocinar, siempre he trabajado 24 horas al día... He podido ser más discreta porque no lo necesitaba. En el momento en que me divorcio me dejan cosas, pero no me dejan ni un duro. He tenido la suerte de que me he podido mantener en el mismo nivel de vida por mis propios medios, aunque haya tenido que hacer una serie de cosas que antes no hubiera hecho porque entonces no lo necesitaba.
Si echas la vista atrás, después de lo mal que lo pasaste con la separación, ¿ahora piensas que ha sido positivo?
Fue una maravilla. Positivo no, muy positivo. No lo buscaba, no lo esperaba, no lo hubiera hecho, pero ha sido la pera.
Peluquería y maquillaje: Andrés Cardona para Lorena Morlote.