Desde que Adara Molinero participara en la séptima edición de 'GH VIP', no han dejado de saltar noticias acerca de ella. Sus amores, desamores y la opinión que tiene su familia sobre las últimas decisiones que ha tomado la han puesto en el ojo del huracán. Aunque por parte del público ha tenido una gran acogida, hay un detalle que no la deja en buen lugar como profesional. Televisivamente da mucho juego, pero, según aseguran a la revista SEMANA, cuando se apagan los focos muestra desidia y dejadez hacia el negocio que mantiene junto a su expareja, Hugo Sierra, en Mallorca. Un salón de uñas llamado Adara Beauty, de poco más de 50 m2 que, tal y como ha podido comprobar este medio, se intenta traspasar desde hace meses por una cantidad de 35.000 euros, aunque todavía no ha habido éxito.
"Adara no está a la altura"
Aún permanece activo y en pleno funcionamiento, a pesar de que las ventas no son las esperadas en estos momentos. Sin embargo, la implicación por parte de la madrileña es muy baja y no solo lo demuestran las pocas veces que ha acudido al salón desde que abandonara el reality, sino también el mínimo interés que tiene hacia el negocio. "No está a la altura", explica alguien cercano, aunque ella sigue percibiendo su sueldo con normalidad. Una actitud que cambió de manera radical cuando empezó a convertirse en un rostro televisivo, pues meses antes su comportamiento como empresaria era el contrario.
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No han conseguido traspasarlo
Afincada en Madrid y con su expareja en 'Supervivientes', Adara solo se ha trasladado a la isla en la que vivía junto a Hugo en contadas ocasiones. Quizás ese motivo la haya llevado a querer deshacerse de la empresa que le une al uruguayo y, de hecho, su anuncio continúa en una conocida página en la que se dan todos los detalles de este sueño truncado. Se entrega con una pequeña cabina, con una amplia cartera de clientes y con todos los enseres necesarios para que quien lo alquile pueda comenzar a trabajar desde el principio.