Tras la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica, el guardameta y la periodista sellaban su amor delante de toda España. Ahora, diez años después, sus hijos han reaccionado al mágico momento.
El 11 de julio de 2010, la Selección Española de Fútbol hacía historia. El equipo de Vicente del Bosque se convertía en campeones del mundo después de que Andrés Iniesta marcara el gol que le daría la victoria en el partido contra Países Bajos en la gran final del Mundial de Sudáfrica.
Una fecha muy señalada marcada en el calendario y que nos dejó un sinfín de imágenes que muy difícilmente vamos a poder eliminar de nuestras retinas. Como por ejemplo, el espontáneo beso entre Iker Casillas y Sara Carbonero durante una entrevista posterior a la victoria que ponía fin a todos los rumores y confirmaba así su relación.
"¿Qué quieres que te diga? ¿Qué te voy a decir? Me pillas en un momento muy feliz, muy contento y súper alegre, de verdad", comenzaba a decir un eufórico Iker Casillas minutos después de levantar la Copa del Mundo. "Creo que nos lo hemos merecido de principio a fin. Y solo lo agradezco a la gente que me ha apoyado siempre, a mis padres, a mi hermano...", proseguía emocionado a punto de soltar alguna que otra lágrima. Tras esto, la reportera de Mediaset intentaba cambiar de tema, pero el portero quería agradecer el trofeo a su chica. "A los amigos y a ti", respondía y terminaba dándole un beso delante de toda España.
10 años después del beso: Siguen igual de enamorados
Ha llovido mucho desde aquel feliz momento vivido en Johanesburgo y desde entonces el que fuera jugador del Real Madrid y la periodista se han consolidado como uno de los matrimonios más sólidos del panorama español. Diez años en los que sus circunstancias han cambiado. Aunque en ellos algo sigue intacto: el amor que sienten el uno por el otro.
En todo este tiempo, el matrimonio ha tenido que luchar contra viento y marea contra todas las vicisitudes que el destino les ha puesto de por medio. Casillas dejaba la que fuera su casa, el Real Madrid, y ponía rumbo a Oporto junto a su mujer para seguir disfrutando de su mayor pasión. En medio de estos diez años, la pareja le daba la bienvenida a sus dos ojitos derechos, Martín y Lucas, de seis y cuatro años.
En el día que se cumple el décimo aniversario de aquella victoria histórica que hizo soñar a todo un país y que significó un antes y un después en el devenir del fútbol español, el guardameta ha desvelado que sus hijos han visto, por fin, el mágico momento en el que los tortolitos gritaban a los cuatro vientos lo mucho que se quieren. Eso sí, reconoce que a pesar de la importancia del momento, los dos pequeños aún no entienden la magnitud de la situación.