A pesar de que Meghan Markle es quien suele ser foco de las críticas, en esta ocasión le ha tocado a Kate Middleton. Pero, ¿cuál ha sido el motivo esta vez? Pues el supuesto uso por parte de la duquesa de Cambridge de la toxina botulínica, conocida popularmente como botox. De hecho, ha sido un cirujano plástico quien en su Instagram ha compartido una imagen de ella con un antes y después que él considera como sospechoso y que atribuye al uso de este producto que se utiliza para rejuvenecer y eliminar las arrugas del rostro. "A nuestra Kate le encanta ponerse un poco de Baby Botox", ha escrito el doctor Munir Somji en sus redes sociales.

Kate Middleton

Un tratamiento que, según él, quieren realizarse muchas personas y que en este caso sirve como reclamo publicitario. Información que ha querido aclarar por su parte la Casa Real, desmintiendo todos los datos aportados hasta ahora sobre esta polémica. "Este post es categóricamente falso. Además, la familia real jamás participa en anuncios comerciales", asegura el equipo de Kate Middleton. Lo niegan a pesar de los rumores, instante que el cirujano ha aprovechado para justificar su post y decir que "tan solo intentaba mostrar los efectos del Baby Botox".

Kate Middleton

Aunque una de las cosas más llamativas de esta historia es la cercanía de la clínica de este reputada doctor. Situada a tan solo 10 minutos de Kesington Palace, ellos mismos han jugado al despiste y han preferido no revelar si Kate es o no clienta de esta clínica de estética que tantos titulares ha copado desde hace unas horas.

"No podríamos revelar si ella es realmente cliente o no. Tenemos acuerdos de no divulgación en los que no podemos hablar de nuestros clientes de alto nivel. No podemos comentar en absoluto que ella haya acudido a nosotros", aseguran desde el centro estético. ¿Dará ella explicaciones sobre esto o bromeará sobre este aspecto? Si sigue la estela de la reina Letizia está claro que ni se lo plantea.