Un nuevo varapalo se cierne sobre la familia Grimaldi. Carlota Casiraghi ha roto su relación con el padre de su segundo hijo, el director de cine francés Dimitri Rassam. La pareja ha decidido dar macha atrás a su compromiso matrimonial tras casi dos años de noviazgo.
En el mes de octubre nació el primer bebé de la pareja
La hija de Carolina de Mónaco trajo al mundo en el mes de octubre a Barthazar, fruto de su relación con el que hasta ahora era su pareja sentimental.
Casi dos años de amor
La noticia ha sentado como un jarro de agua fría en el seno de los Grimaldi, que creían que de una vez por todas Carlota había conseguido alcanzar la estabilidad con el atractivo director de cine.
Diferencia de caracteres
Según el entorno más cercano de la pareja, el motivo de la ruptura ha sido la diferencias irreconciliables que existe entre ellos. Una contraposición de caracteres que no habrían podido superar.
Se rompe el compromiso matrimonial
Anulado el compromiso matrimonial -anunciado el pasado mes de diciembre-, Carlota Casiraghui se convierte de nuevo en una mujer soltera.
Sigue los pasos de su madre en el desamor
De este modo la hija de Carolina de Mónaco sigue, una vez más, la misma desdicha en el amor que su propia madre.
Se repite la misma historia en la vida de Carlota Casiraghi
Casiraghi fue madre por primera vez con Gad Elhameh. La princesa comenzó su noviazgo con el productor a finales del 2011 y concluyeron en diciembre del 2013.
Una relación fallida
Fruto de su breve relación nació Raphaël, el primer hijo de Carlota Casiraghi. Pese a que todo parecía ser felicidad la pareja no duró mucho, aunque rápidamente rehizo su vida.
Carolina de Mónaco, una vida marcada por el fracaso sentimental
Carlota repite una historia muy similar a la que vivió su madre años atrás, que se convirtió durante décadas en protagonista de las portadas de las revistas a consecuencia de sus fracasos sentimentales.
Un primer matrimonio fallido
En el año 1978 Carolina contrajo matrimonio con Philippe Junot. Ella contaba con tan solo 18 años y sus padres no estaban muy a favor de dicho enlace.
Demasiado joven para el compromiso
Finalmente la pareja rompió en el año 1980 ocasionando un gran conflicto entre el Principado de Mónaco y el Vaticano, que no quería otorgarle la nulidad.
Así encontró a su gran amor
En 1983 Carolina volvía a sonreír en los brazos de Stéfano Casiraghi. Era el hombre perfecto para la hija de Rainiero y Grace Kelly, por ello la joven princesa no dudó en que él fuera el padre de sus tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre.
Un triste final
En 1990 Stéfano falleció tras un fatal accidente de tráfico. Este hecho significó un gran shock para para la princesa de Mónaco, que se sumió en una profunda depresión.
Su último marido
Seis años después Carolina volvía a pasar por el altar bajo en brazo de Ernesto de Hanóver, con quién tuvo en el año 1999 a Alejandra, su cuarta hija. En el año 2009 la pareja decidió separarse, aunque el divorcio aún no se ha hecho oficial.
Madre e hija unidas por la mala suerte en el amor
Esperemos que Carlota Casiraghi corra una mejor suerte que su madre, aunque visto lo visto la vida de ambas guarda bastantes similitudes. Dos mujeres de distinta época unidas por el desamor.