¿Quién dijo que en el Principado no se ríe? O para ser más exactos, ¿que Alberto y Charlène de Mónaco nunca ríen? Su imagen pública es de una seriedad tan tremenda que hace que a menudo surjan especulaciones sobre la situación del matrimonio. Se suele decir que los príncipes mantienen las formas de cara a la galería, pero que en realidad hacen vidas separadas. Su nexo de unión son sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, quienes a punto de cumplir 6 años (el próximo 5 de diciembre) insuflan toda la alegría a las antiguas y clásicas estancias palaciegas. De hecho, los pequeños son un terremoto, y en particular la niña, mucho más espontánea que su hermano, y de la que hemos podido conocer otra faceta de su estricto papá gracias, precisamente, a su mamá...
El pasado 19 de noviembre se celebró el Día Nacional de Mónaco, una ocasión especial en la que el Principado se viste de fiesta y el soberano junto a los suyos se muestran unidos ante su pueblo. Este año, pese a las restricciones debido a la pandemia, tampoco fallaron a esta cita. Al lado del príncipe Alberto y Charlène estaban laprincesa Carolina, hermana del monarca, y muchos otros miembros de la familia. Sus hijos se hicieron esperar un poco y no se les vio en la tradicional Misa en la Catedral de Mónaco, pero sí posteriormente, en un sobria parada militar que tuvo lugar en el patio del palacio Grimaldi.
El príncipe Jacques vestía de soldadito y además hizo el gesto del saludo militar junto a su padre. Tan pequeño y ya tan profesional, el niño empieza a ser muy consciente de su papel como heredero y futuro monarca de Mónaco. A su lado su hermanita, vestida de muñequita, saludaba con la mano a los soldados.
Todo salió según lo previsto, sin público y sin toda la animación festiva, pero con gran emoción. Fue justo después cuando se produjeron unas escenas de lo más curiosas y que hemos conocido gracias a la princesa Charlène al compartirlas en su cuenta oficial de Instagram. Se trata de unos nuevos retratos oficiales de la familia, que se alejan bastante de la ídea rígida de estos posados y que, efectivamente, demuestran que en el seno de los Grimaldi también se divierten y pueden mostrarse tan relajados como cualquier otra familia... o algo parecido.
Jacques, ya vestido con trajecito, posó con su padre sentado informalmente encima de un sillón. Una imagen que representa la sucesión de la Corona, pero con un aire más entrañable. Por su parte, Charlène compartió también otras fotos de su hija Gabriella, en las que aparecía de pie a la espalda del príncipe Alberto mientras este grababa su discurso. Lo gracioso es que la niña imitaba la posición de los brazos de su papá, sin poder ocultar su risa. El travieso gesto tuvo como continuación otra foto en la que se da cuenta de que la han pillado y se tapa la cara, mientras su padre no puede evitar sonreírse con la ocurrencia. En suma, unos momentos que retratan una intimidad familiar mucho más natural de lo que a veces dejan traslucir.