La noche previa a la boda, el príncipe Carlos le escribió una preciosa carta a su futura mujer, Diana de Gales. Ahora ha salido a la luz y muestra los sentimientos con los que él fue al altar a jurar amor eterno
La historia de amor de la princesa Diana de Gales y el príncipe Carlos de Inglaterra parecía ser el típico cuento de hadas en el que una joven plebeya lograba convertirse en princesa por amor. Sin embargo, según se sucedían los acontecimientos nos percatamos de que tanta felicidad tan solo era de cara a la galería y que de puertas para dentro en palacio la vida no les sonreía tanto como se creía. La tristeza en los ojos de Lady Di era motivo de comentarios recurrentes y muchos ya apuntaban a Camilla Parker Bowles como principal culpable de su desazón, al entender que la actual duquesa de Cornualles era el auténtico amor del príncipe Carlos y que este entendía que su boda era un error, aunque no estaba dispuesto a que la familia real británica se viese envuelto en un escándalo mayúsculo y decidió seguir adelante con el enlace, con su matrimonio y con su familia.
Al final, la historia es de sobra conocida por todos y es que el desamor se materializó ante los constantes rumores de infidelidad por ambas partes. Las terceras personas eran ya multitud. Parece que el príncipe Carlos y la princesa Diana de Gales aceptaron su fracaso sentimental y empezaron a llevar una vida por separado que les llevó a la separación quizá demasiado tarde, cuando el daño ya estaba hecho y el escándalo en boca de todos, siendo Lady Di la que se llevó el favor del público. Ahora, una carta del príncipe Carlos a su prometida ha salido a la luz, desvelando el sentimiento real con el que fue al altar para jurarle amor eterno y es que esta misiva se la entregó a Diana de Gales horas antes de pronunciar el ‘sí, quiero’.
Tal y como han revelado ahora varios expertos, la noche antes de la boda entre el príncipe Carlos y la princesa Diana de Gales, él le escribió con su puño y letra una carta para expresarle sus mejores deseos antes del enlace. Lady Di, respetando la tradición de que el novio no puede ver a la novia antes de pronunciar sus votos en el altar, se encontraba pasando su última noche como mujer soltera en Clarence House, actual residencia del heredero al trono y de su actual mujer, Camilla. Allí recibió la carta del que horas después se convertiría en su marido.
Ya antes de la boda se hablaba mucho de los problemas entre los contrayentes, e incluso se hablaba de terceras personas que podían suponer un obstáculo a la felicidad de la pareja. No se equivocaban. Unos rumores que el príncipe Carlos trató de frenar con contundencia y dejando claro a su pueblo y también a la propia Diana de Gales de la veracidad de sus sentimientos hacia ella, como así se puede leer en la misiva que le hizo llegar la noche antes de su boda: “Estoy muy orgulloso de ti y cuando subas, mañana estaré allí en el altar para ti. Solo míralos a los ojos y deslumbralos”, le dedicaba con amor.
El príncipe Carlos sabía que su boda no cambiaría las cosas, aunque apostó por probar suerte. El hecho de estar enamorado de Camilla Parker Bowles dificultaba poder darle a su mujer una buena vida, al menos sí la que merecía. La princesa Diana de Gales sabía también que el corazón de su marido estaba conquistado, pero esperaba que con el paso del tiempo estas dudas se saldasen a su favor. No pudo ser. Sufrió mucho y ella misma se dejó seducir por amores esporádicos, como el de un guardaespaldas, cuyo affaire llegó a oídos del propio Carlos. No podía reprocharle nada, el escándalo era mutuo y la infidelidad les hizo tomar la decisión más acertada, pero la más dura, su separación que se hizo oficial en febrero de 1996 con la firma del divorcio. Un año después, en agosto de 1997, ella falleció junto a su amante, Dodi Al-Fayed en un accidente de tráfico en París.