Meghan Markle (42 años) y Harry de Inglaterra (39 años) han compartido durante este fin de semana una velada junto a algunos amigos. Lejos de hacerlo en un sitio cualquiera, han elegido un local de extrema confianza. En concreto, uno en el que se sienten a salvo y que en cuestiones culinarias es su favorito.
Lo demuestra el número de veces que han reservado una mesa allí ya sea en solitario, con amigos o en pareja, pero ¿qué se sabe de este lugar que eligen para días especiales? A continuación te ofrecemos todos los detalles: desde sus platos al precio que cuestan algunos de ellos.
El exclusivo restaurante que encanta a Meghan y Harry: Lucky’s Steak House
El restaurante en cuestión se llama Lucky’s Steak House y, en absoluto, es apto para todos los bolsillos. Así lo evidencia su exclusiva carta, donde ofrecen algunos platos como un filete "Porterhouse" que supera los 175 dólares o un filete de lenguado que tiene un coste de 70 dólares.
Eso sí, no son ni mucho menos las únicas que ofrece, siendo otras más asequibles que estas. Nos referimos, por ejemplo, a la ensalada de la casa, la cual está a la venta por 25 dólares e incluye ingredientes como camarones, judías verdes, aguacate o queso roquefort.
Sandwiches, langostas o patatas en todas sus versiones se suman a lo anteriormente mencionado, al igual que el plato diario que ofrecen cada día de la semana. Desde pollo a la parmesana a un estofado con receta secreta, entre otras opciones. Un amplio menú del que los duques de Sussex han disfrutado en más de una ocasión, ya sea en el comedor privado del que dispone o en el salón junto al resto de los mortales.
Con más de 445 reseñas en Google, la mayoría positivas, puede presumir de tener una muy buena acogida entre sus clientes. No solo por la comida, sino también por el enclave en el que está situado. Ubicado en California, lleva más de 24 años dando a servicio a diferente público, incluido el de la Familia Real. Está Montecito, California, muy cerca de la mansión en la que Harry y Meghan residen, lo que hace que sea muy cómodo acudir a él.
Aunque el edificio en el que está situado cambió muchísimas veces de dueño y fue tildado como "un lugar maldito y sin suerte", desde que Gene Montesano se alió con dos socios todo cambió. Tanto es así que cuenta con otros restaurantes en diferentes puntos del mapa, como Manhattan o Malibú.
En la zona exterior cuenta con varias mesas, abrigadas por muchas flores. Ya en el interior el toque es mucho más sobrio, primando los colores negros y beige. Es justo ahí donde de vez en cuando se dejan caer Meghan y Harry, quienes, por cierto, han dejado un buen sabor de boca entre sus camareros.
La confesión de una camarera sobre Meghan Markle y Harry
Fue precisamente una trabajadora quien hace muy poco compartió sus impresiones con una turista que se acercó a Lucky’s Steak House. Consciente de que ambos son clientes habituales quiso saber cómo eran en las distancias cortas. "Son personas normales y corrientes que disfrutan de la comida. Realmente se trata de lo que te gusta", espetó, según cuentan en un blog llamado 'Business insider'.
Desde hace más de cuatro años ambos han acudido en infinidad de ocasiones a este asador que para muchos resultaba un lugar desconocido. Al igual que Montecito, del que no hemos dejado de conocer curiosidades desde que decidieran instalarse en Santa Bárbara en el año 2020. Por ejemplo, que desde que el matrimonio se convirtiera en uno de sus vecinos los precios de la vivienda se han disparado más de un 12 por ciento, pasando a costar casi 4 millones de dólares de media cada casa en esa zona.
Los vecinos de los duques de Sussex en Montecito
Ahora viven rodeados de rostros conocidos como la actriz Gwyneth Paltrow o la conocida presentadora Oprah Winfrey, lo que hace que su barrio sea uno de los más vigilados. Es, por ello, que han conseguido tener esa privacidad soñada. Lo han logrado en una casa de ensueño de estilo mediterráneo, donde además de 16 habitaciones, tienen bodega, sauna y garaje enorme de hasta para cinco coches.
Tras unos meses en Los Ángeles optaron por asentarse en la costa californiana, donde han encontrado el lugar perfecto para ellos. También sus sitios favoritos, entre otros este restaurante, cuyas paredes están repletas de cuadros icónicos. Quién sabe si pronto estarán Harry y Meghan en sus paredes.