La reina Rania de Jordania ha reaparecido en el Día Internacional de la Mujer y, cómo no, para celebrar y reivindicar el papel de las mujeres en el mundo. Ella misma ha logrado saltar muchas barreras desde su posición, sobre todo considerando que pertenece a la cultura árabe. Pero también ella es consciente de que hay que derribar muchos mitos, y dentro de su agenda trabaja mucho por el desarrollo, la educación y la inclusión femenina en todos los sectores de la sociedad.

Rania de Jordania invita a comer a las mujeres árabes con un caftán impresionante
Casa Real Hachemita.

En esta ocasión, el rey Abdullah y la consorte invitó a un numeroso grupo de mujeres procedentes de todas las partes del país para conmemorar juntos esta jornada. En un gran salón del Palacio Real de Ammán se sentaron en diferentes mesas redondas, en una de las cuales se encontraban los propios reyes compartiendo mesa y mantel.

Como suele ocurrir, todas las miradas se desviaron hacia Rania, quien una vez más dio una maravillosa lección de elegancia. Como suele hacer para las ocasiones importantes, la soberana eligió un tradicional caftán como vestimenta.

Rania de Jordania invita a comer a las mujeres árabes con un caftán impresionante
Casa Real Hachemita.

Ella está considerada entre las mujeres más elegantes del mundo, capaz de llevar lo último de lo último en las firmas de lujo internacionales, pero además es la mejor embajadora de la cultura de Jordania luciendo como nadie una prenda de hondo calado como el caftán.

En su colección particular guarda un sinfín de ellos. Este era blanco con cuello de tirilla y mostraba unos preciosos detalles superpuestos en colores sutiles, como el dorado, verde y rojo, y con motivos geométricos. Por último, Rania se dejó la melena suelta y ondulada, dándole un toque más juvenil a su look.

Rania de Jordania invita a comer a las mujeres árabes con un caftán impresionante
Casa Real Hachemita.

Abdullah y Rania ejercieron como los mejores anfitriones en una celebración tan especial. Rodeados de mujeres de diferentes ámbitos, muchas de las cuales a las que ya conocían por anteriores encuentros. Llamaba la atención que la reina fuera casi la única que lucía la cabeza al descubierto, sin el pañuelo árabe.

Esto puede interpretarse como un gesto de avanzadilla por su parte, aunque lo cierto es que Rania suele hacerlo siempre. Solo en los actos religiosos se cubre la cabeza.