El príncipe Carlos de Inglaterra y Camilla de Cornualles culminaron su primer día de visita oficial en Jordania con una cena de gala. Los reyes Abdullah y Rania de Jordania ofrecieron un banquete en su honor en el palacio Al Husseiniya en Ammán, donde las señoras brillaron cada una en su estilo, presumiendo de las distancias geográficas a través de sus vestidos.
Camilla eligió un vestido largo en color verde menta con bordados brillantes y Rania se puso un precioso caftán largo en crema, abierto y con cinturón. Es decir, Europa y Oriente Medio representados de la mejor manera posible. Muy elegantes, cada una a su manera, para rematar una noche especial, como de las mil y una noches.
Aparte de sus looks impecables, hay que resaltar la buena sintonía entre los 'royals' y, en particular, entre la reina consorte hachemita y la esposa del heredero británico. Ambas ya se conocían de ocasiones anteriores, por lo que esta vez están profundizando aún más si cabe en sus excelentes relaciones.
Además comparten causas sociales. Por este mismo motivo, casi nada más aterrizar y mantener un breve encuentro de bienvenida en palacio, las dos se marcharon juntas a visitar un proyecto social en Ammán patrocinado por la Fundación Reina Rania.
ENTRE GESTOS CARIÑOSOS
Pudimos verlas bastante distendidas, charlando con jóvenes adolescentes que producen artesanía y conociendo las necesidades de los niños de entornos desfavorecidos, no solo jordanos, sino también palestinos y sirios. En un momento incluso se pusieron en cuclillas, demostrando, especialmente Camilla, que a sus 74 años se encuentra en una forma estupenda.