Los príncipes de Bélgica: así son los herederos reales Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Leonor

Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Leonor son los cuatro príncipes herederos de la Casa Real de Bélgica, liderada por el rey Felipe de Bélgica y su esposa, la reina consorte Matilde. Hace más de diez años que su padre ascendió al trono y desde entonces, los príncipes se preparan para asumir su papel en la realeza belga la cual sigue manteniendo toda su hegemonía monárquica que continuará en un futuro con el reinado de la princesa Elisabeth, ya que es la hija mayor del rey Felipe, y por lo tanto, heredera directa al trono. Por el momento, los príncipes siguen formándose, estudiando y desarrollando sus aficiones mientras van configurando su imagen pública y su papel dentro de la realeza. 

Elisabeth, la heredera al trono belga

La princesa Elisabeth de Bélgica será quien ascienda al trono después del reinado de su padre, el rey Felipe. La joven de 22 años, que también cuenta con el título de Duquesa de Brabante, ha estado muy centrada en su educación y formación como monarca desde muy joven, por encima de sus tres hermanos. Después de haber pasado tres años estudiando en la Universidad de Oxford, en Reino Unido, se dispone a emprender una nueva etapa en Estados Unidos, donde estudiará durante dos cursos un máster en la Universidad de Harvard, tal y como ha informado recientemente la Casa Real belga. Será en el Harvard Kennedy School, uno de los doce centros de estudio de la prestigiosa universidad que imparte programas de posgrado donde realizará el máster especializado en Relaciones Públicas y donde desarrollará sus competencias profesionales en ciencias económicas, ética, gestión financiera, negociación, diseño y ejecución de políticas, análisis cuantitativo e historia: un centro especializado en entrenar a los líderes del mañana. Estos estudios también cuentan con prácticas extracurriculares de verano tras el primer curso. 

Además, la Duquesa de Brabante también fue seleccionada para la prestigiosa beca Fulbright, el programa de intercambio educativo internacional del Departamento de Estado de los Estados Unidos, una de las iniciativas más renombradas del mundo que funciona en más de 160 países. En total, 70 antiguos becarios Fulbright han recibido el Premio Nobel. 

El príncipe Gabriel, un experto en ciencias y matemáticas

El joven de 20 años tiene muy claro el camino quiere seguir en su vida a pesar de su posición real. El príncipe Gabriel finalizó en 2019 sus clases en el St John Berchmans College, un colegio de Bruselas que imparte las clases en neerlandés donde se han formado algunos de los primeros ministros más importantes del país, como Herman Van Rompuy. Algunos familiares de Gabriel también han estudiado en este centro, al igual que su su hermana mayor Elisabeth y sus hermanos pequeños, los príncipes Emmanuel y Leonor. Después, Gabriel se matriculó en la International School of Business, donde acabó sus últimos años de bachiller, siempre orientado a las ciencias y a las matemáticas.

Entre las muchas aficiones del príncipe destaca el fútbol, el ciclismo, el tenis, la natación, el esquí, la vela y el hockey, y su cuerpo atlético y buen físico da buena fe de ello. También, ha recibido clases de piano y desde los ocho años pertenece a un grupo de boy scouts, además de pertenecer a diferentes fundaciones y asociaciones solidarias. Tras sus estudios de bachiller, Gabriel de Bélgica se trasladó a Reino Unido como su hermana, aunque mientras la heredera al trono estudiaba en Oxford, el príncipe se matriculaba en Warwickshire, para estudiar en el National Mathematics & Science College con un programa centrado en las materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Sus padres, Felipe y Matilde siempre han intentado que sus hijos permanezcan cerca suya a pesar de sus obligaciones y responsabilidades reales. Hasta que decidieran que rama formativa quería seguir y estudiar, los cuatro príncipes se han estado formando en centros de estudios muy próximos a la vivienda habitual de la familia, el Castillo Real de Laeken. 

Emmanuel, de su dislexia a su ingreso en un centro de estudios especializado

El príncipe belga de 18 años contaba con 7 años de edad cuando se dio cuenta de su dislexia, un trastorno del aprendizaje que afecta a la lectura y a la escritura. La Casa Real envió una nota de prensa a la agencia Belga con la intención de que la noticia no saliese a la luz y supusiera un escándalo, pero de nada sirvió. Emmanuel dejó de cursar sus estudios en el colegio donde habían ido sus hermanos, el Sint-Jan Berchmans, para trasladarse a un colegio especializado para niños que padecen dificultades estructurales de aprendizaje, el colegio Eureka en Kessel-Lo de Lovaina en Bélgica.

En los últimos tres años y tras varias apariciones mediáticas en actos públicos, hemos podido ver como Gabriel había superado su dislexia siendo el mayor ejemplo de ello su cambio de centro de estudios. El príncipe terminó el bachillerato internacional en inglés en la Escuela Internacional de Bruselas formándose en tres idiomas: francés, holandés e inglés. Y entre sus muchas aficiones se encuentran las actividades al aire libre en el Castillo Real de Laeken, donde sigue viviendo actualmente con sus padres, le apasiona la naturaleza y los deportes como el esquí, el tenis, windsurf y el atletismo, y también, es un amante de la música y de los instrumentos de viento contando con un gran talento para el saxofón.

La princesa Leonor de Bélgica, amante del violín y de las causas solidarias

La adolescente princesa de 16 años de edad también estudió en el Saint-Jean-Berchmans de Bélgica, al igual que sus tres hermanos mayores. En 2020, comenzó su educación secundaria en el colegio Heilig-Hartcollege de la ciudad de Wezembeek-Oppem, muy cerca de Bruselas, un colegio católico donde recibe las clases en lengua holandesa. Desde pequeña, ha aparecido junto a sus padres en todos los actos públicos en los que participaban y hemos podido ser testigos de lo mucho que ha crecido y de la particular personalidad que tiene la princesa. En 2013, durante el acto de proclamación de su padre, la pequeña Leonor que solo contaba con 5 años no paró quieta en la silla; en 2014, durante el funeral de su tía abuela Fabiola, la princesa miraba a su madre tratando de consolarla protagonizando un momento muy emocionante; y durante la pandemia, ella y sus hermanos llamaron por teléfono a varias personas mayores confinadas o ingresadas en las residencias de ancianos para animarles y apoyarles. Unosgestos que poco a poco se han ido ganando el cariño del pueblo belga.

Entre las muchas aficiones de la princesa Leonor, destaca su pasión por el dibujo y el deporte, y practica ciclismo, natación, esquí y vela. Y por supuesto, es una amante de la música y del violín, un instrumento en el que es toda una experta.