El príncipe Harry y Meghan Markle: una exhibición amorosa fingida y su frustración cinco años después del Megxit

Besos, abrazos y sonrisas sin fin… Todo eso y más es lo que nos han 'regalado' el príncipe Harry y Meghan Markle durante los Juegos Invictus en Canadá. Una exhibición de amor (en el marco de este evento deportivo solidario fundado por el 'royal') que ha intentado poner las cosas otra vez en el punto de partida. Después de tantos rumores de crisis de pareja, casi parecían dos recién casados.

Muy distinto es que su mensaje haya calado en el público. No son pocos los que han sospechado de este despliegue de gestos románticos y alcanzan una conclusión: puede que sea la mejor actuación de la carrera de Meghan, pero también la rendición total de un príncipe que no acaba de encontrar su sitio.

Este es, al fin y al cabo, el resultado cinco años después de su salida de la primera línea de la realeza británica. Aquella que les ahogaba, que no les permitía volar libres para emprender sus propios proyectos y compartir su indudable carisma. La gente les quería mucho entonces. Ahora, no tanto.

Su objetivo de independencia está conseguido, desde luego, pero su prestigio ha caído en picado. Parece que los duques de Sussex ya no convencen y que nadie les cree. Ni siquiera cuando se demuestran su amor.

Pero si deseaban despejar cualquier duda sobre su situación sentimental, Harry y Meghan nos han dejado claro que de crisis, nada. Los Invictus han sido como una segunda luna de miel, pero en la nieve, y con muchos testigos.

Un baño de masas, saludando a los participantes, charlando con sus familias, organizando actividades alternativas, viendo las competiciones mientras Meghan apoyaba dulcemente su cabeza en el hombro de Harry y luego ambos se fundían en un tierno beso. Precioso.

La reaparición de los duques de Sussex bajo sospecha

Eso sí, si de algo nos hemos dado cuenta en estos últimos Juegos Invictus, con los que desde 2014 el príncipe Harry apoya a los veteranos de guerra con lesiones físicas y emocionales, es de la irrelevancia en la que están cayendo los duques de Sussex.

Y es que la jugada puede haberles salido mal. ¿Puede ser que este amor sea de todo menos espontáneo? Los duques de Sussex llevaban mucho tiempo cada uno por su lado, acudiendo a actos en solitario y manteniendo un perfil bajo. Pero en los días que ha durado la competición, y además porque eran los anfitriones, Harry y Meghan han presumido de unión, cercanía y mucho romanticismo. Dientes, dientes, que diría aquella.

Duras críticas en la prensa británica: "Es nauseabundo"

Las críticas no se han hecho esperar, claro. Sobre todo por parte de la prensa británica, donde se habla de complicidad impostada y sobreactuación. Y lo que es más grave, se dice que han robado el protagonismo a los verdaderos protagonistas del evento: los veteranos de guerra. 

La periodista Amanda Platell lo analizaba de esta manera en el diario Daily Mail: "Tuvimos a Meghan mirando a Harry con ojos de cervatillo, agarrándolo del brazo y la cara para darle un beso muy público. Megs estaba decidida a que ella y su historia de amor fueran el centro de atención".

Y extraía una dura conclusión: "No puedo recordar una demostración pública de afecto peor calculada y más nauseabunda".

El juego adolescente de Harry y Meghan entre achuchones, sonrisas y miradas cómplices se ha revelado como una posible última baza para un matrimonio que, poco a poco, está dejando de interesar, de ser rentable y de funcionar comobusiness marriage.

En este punto recordamos a su tío el duque de Windsor, que renunció al trono de Inglaterra para casarse con la americana Wallis Simpson y juntos acabaron sus días de fiesta en fiesta plantados cual 'objetos decorativos' de alta alcurnia. Cuidado, porque su sombra es alargada.

Los negocios frustrados del príncipe Harry y Meghan Markle

Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle huyeron de la familia Windsor para brillar por sí mismos, decidieron crear su fundación Archewell y así poder materializar sus iniciativas soñadas. Sin embargo, pasado el tiempo, aquellas grandes esperanzas no se han cumplido.

Negocios que no han terminado de despegar, proyectos audiovisuales cancelados e incluso quejas del personal a su servicio… Lo único que ha funcionado realmente bien ha sido la biografía del príncipe Harry, titulada "En la sombra", que ha vendido más de tres millones de ejemplares desde su publicación, en enero de 2023.

En contrapartida, esta obra significó la ruptura total con la Familia Real británica al desvelar sus intimidades (sin tapujos), por si su entrevista bomba con Oprah Winfrey, concedida dos años antes, no hubiera sido suficiente.

Sumando, sumando, con todo ello llegó la caída en desgracia para el pueblo británico. Si antes adoraba a esta pareja tan cercana y empática, a partir de ese momento, lejos de solidarizarse con sus problemas, empezó a estar harta de las quejas de estos 'niños mimados'.

Quizás el mundo perciba que Harry y Meghan ya han dicho todo lo que tenían que decir. ¿Qué más les queda realmente? Eso sí, tampoco les ha ido mal. Se calcula que los duques han ganado más de 114 millones de euros desde el llamado Megxit. Al fin y al cabo ha sido (y sigue siendo) un negocio lucrativo. 

Sin ir más lejos, el próximo 4 de marzo la duquesa estrena en Netflix el programa "Con amor, Meghan", sobre cocina y estilo de vida. Su salida estaba prevista para el pasado 15 de enero, pero ella pidió posponerlo en solidaridad con los afectados por los graves incendios de California.

En Año Nuevo Meghan Markle también abrió su nueva cuenta de Instagram y ya atesora más de 1,8 millones de seguidores atentos.

Y no para ahí, ya que Meghan acaba de renombrar su marca de lifestyle American Riviera Orchard por As Ever (Como siempre). Que también nace con polémica, pues el ayuntamiento de Porreres (Mallorca) ha expresado su queja al haber plagiado supuestamente el escudo de armas de la localidad, con una palmera y un pájaro a cada lado.

Más complicado lo tiene Harry, quien en su vida no ha sido otra cosa que príncipe. En Reino Unido lo perciben como un resentido, que no ha dudado en vender a los suyos a la primera de cambio y que ni siquiera en los malos momentos (el cáncer de su padre, el rey Carlos, y de su cuñada, Kate Middleton) se ha acercado más a ellos.

Harry, el dilema de ser príncipe o un ciudadano normal

Por eso mismo, Harry sigue debatiéndose en su doble papel, como ciudadano 'normal' y como príncipe. Cuentan que ha rechazado algunos proyectos de podcasts por incluir contenidos que podían colisionar con los intereses de los Windsor, y que este respeto le impide hablar de forma natural de cualquier asunto. A causa de esto Harry no termina de atreverse del todo al emprender sus propios proyectos.

Lo que es más triste es que el príncipe parece darse cuenta de que él mismo interesa solo porque pertenece a la realeza y sin ese sostén su figura se va desdibujando.

Tampoco Harry es aquel joven encantador de sonrisa pícara, más relajado que su responsable hermano Guillermo, que todos aplaudían. Ahora es un hombre de 40 años, padre de familia y casi un paria en su país. Es libre, pero tiene atadas las manos. 

Sea como sea, el príncipe Harry y Meghan Markle continúan viviendo en su mansión de Montecito (California), felices con sus hijos, Archie (5) y Lili Diana (3), y supuestamente ajenos a rumores. 

La felicitación de San Valentín, separados

Hace poco Harry, que había acudido en solitario a un acto en Nueva York, bromeaba: "Al parecer, mi mujer y yo nos hemos divorciado unas 10 o 12 veces... Es difícil seguir el ritmo, pero por eso lo ignoramos". Unas palabras que tienen su reflejo en su esperada reaparición conjunta en los Juegos Invictus. 

Por cierto, Meghan Markle se marchó de Canadá antes de que terminaran los juegos y el pasado 14 de febrero estuvo sola en California. ¡Que no salten las alarmas!

Una foto de beso conmemorando San Valentín destaca ahora en su Instagram: "De vuelta a casa para cuidar de nuestros bebés y echando de menos a mi Valentín, quien continúa en los Juegos Invictus, cambiando vidas y recordándonos a todos el poder de la resistencia y la sanación a través de estos veteranos increíbles y sus familias. Más que orgullosa de mi marido y de lo que ha creado. Mi amor, comeré contigo hamburguesas con patatas fritas y fish and chips para siempre. Gracias".

Por si quedara alguna duda en el aire, Harry y Meghan son puro amor y que nadie diga lo contrario. Aquí tienen la guinda del pastel.