El príncipe Andrés durante este fin de semana ha protagonizado titulares dentro y fuera de Reino Unido. No es para menos teniendo en cuenta el escándalo con el que se le relaciona y es que se le ha vinculado con un espía chino. En concreto, por haber sido según la prensa extranjera su "confidente cercano". Aunqueél mantiene que ya no tiene contacto con éle insiste en que jamás trataron asuntos delicados, no puede evitar que muchas personas carguen contra él. Sobre todo por sus antecedentes. Consciente de ello, decidía refugiarse en un lugar desconocido y secreto. O eso pensaban algunos.
Días después de que saltara la noticia y el príncipe Andrés acaparara todas las miradas, se ha descubierto cuál era su paradero. El hermano de Carlos III se encuentra en Reino Unido, en concreto, en el Royal Lodge, en Windsor. De hecho, allí se le podía ver este lunes 16 de diciembre, subido a su propio Range Rover en compañía de otro hombre, mientras abandonaba el lugar con rostro muy serio. Tampoco hacía declaraciones, lo que evidencia que quiere permanecer en un discreto segundo plano, algo imposible dadas las circunstancias.
Aunque el espía chino ha sido expulsado de Inglaterra, se ha publicado que fue invitado por el príncipe Andrés hasta en tres palacios. Una relación que se extiende a diez años atrás y que confirma que había una férrea amistad entre ellos. Pero ¿qué se sabe de esta historia? Tal y como cuentan varios medios británicos, el hombre conocido como 'H6' no solo ha sido expulsado del país, sino que además se le ha prohibido la entrada por razones de seguridad nacional.
"El duque de York siguió el consejo del Gobierno de Su Majestad y cesó todo contacto con el individuo después de que se plantearan preocupaciones. El duque se reunió con el individuo a través de canales oficiales y nunca se discutió nada de naturaleza sensible", explican en un comunicado oficial. Cierto o no, este asunto preocupa de forma mayúscula al Rey, su hermano.
Especialmente si se analizan los problemas legales y asuntos de Estado en los que el príncipe Andrés ha sido protagonista. Se le denunció por agresión sexual cuando la presunta víctima tenía 17 años, demanda que fue presentada en Estados Unidos y tras la que se llegó a un acuerdo económico. Una historia que se suma a otras también oscuras y que han provocado que perdiera sus poderes. Incluida su asignación anual de un millón de libras o su equipo de seguridad, el cual se financió de forma privada hasta hace poco.
Pero volvamos a la relación del príncipe Andrés con el espía chino, a quien se ha dicho que facilitó números de teléfono, direcciones y fechas de reuniones. Una información que ha provocado que los asesores de Carlos III se reúnan de urgencia, pues son conscientes de lo peligroso que puede ser algo así. Tanto que no ha querido esconder su enfado: "Está realmente furioso".
Se imagina el impacto que puede tener en la Corona, sobre todo al descubrir que este espía hablaba abiertamente en su teléfono de lo que había creado con el príncipe Andrés. Es en uno de sus mensajes donde han encontrado un texto que evidencia los movimientos llevados a cabo: "Bajo tu dirección, encontramos una forma de hacer que las personas relevantes entren y salgan de la casa de Windsor sin ser notadas". Un móvil en el que también se mostraba la parte más frágil y vulnerable del príncipe Andrés.
A ojos del espía chino que ahora está en boca de todos, el príncipe Andrés era un blanco fácil para él. "Es muy importante no establecer expectativas 'demasiado altas': está en una situación desesperada y se aferrará a cualquier cosa", escribía. Años después ninguno de los dos ha podido evitar que su relación salga a la luz.