El nieto mayor de la reina Isabel II está amasando una gran fortuna gracias a la pandemia del coronavirus, al crear una empresa de venta de test rápidos con resultados en tan solo 15 minutos
La pandemia por el coronavirus ha supuesto un duro golpe humano y económico para millones de personas de todo el mundo, pero hay quienes no solo no están sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia, sino que encima están amasando una buena fortuna a costa de la crisis sanitaria que acusa el mundo desde hace ya varios meses. Eso sí, no es reprochable que haya quien, como Peter Phillips, nieto de la reina Isabel II, que hayan encontrado una buena rentabilidad de su negocio ante una situación tan delicada como esta, dado que también gracias a su labor se está consiguiendo acotar el terreno de actividad del virus para así poder vencerlo cuanto antes.
Peter Phillips es el nieto mayor de la reina Isabel II de Inglaterra, hijo de la princesa Ana. Como no desarrolla funciones institucionales de representación de la corona y no opta al trono, aunque esté en la línea de sucesión, desde palacio se le ha abierto la posibilidad de que encuentre la mejor manera de buscarse la vida, emprendiendo su propio futuro sin tener que rendir cuentas ante nadie. Así, desde hace unos meses, cofundó una nueva compañía, XF Medical Limited, cuya principal actividad es proveer de pruebas rápidas de detección del coronavirus a aquellos que lo demanden, ya sean particulares, empresas o incluso gobiernos. Todo aquel que necesite una partida de pruebas para detectar el Covid-19 puede ponerse en contacto con él y engrosar su cuenta corriente personal.
Desde la web oficial de la compañía que colidera Peter Phillips se destaca uno de los principales puntos fuerte de su prueba de detección de coronavirus frente a otros que ya hay en el mercado: sus resultados están disponibles en tan solo 15 minutos, lo que aligera mucho los laboratorios que desde hace unos meses están desbordados con pruebas y resultados de posibles contagiados de Covid-19, así como de personas que necesitan el documento que certifican que son negativos para poder coger vuelos, regresar al trabajo o, simplemente, quedarse tranquilos antes de realizar una visita a un familiar con patologías de riesgo.
Otro de los puntos fuertes de su propuesta empresarial en tiempos de coronavirus es que se ofrecen incluso la posibilidad de desplazamiento de puntos móviles de detección de Covid-19 a distintas zonas, lo que puede ayudar a aligerar los servicios medios públicos. Es decir, cuentan además con profesionales médicos retirados de las Fuerzas Armadas, que pueden realizar la prueba en puntos determinados y así testear si en una región concreta hay mayor o menor incidencia del virus. Y aquí reside parte de su éxito, porque numerosas empresas y organismos han optado por esta posibilidad a la hora de realizar test masivos a sus trabajadores ante la inminente vuelta a sus puestos de empleo físico.
Como puede esperarse, esta nueva empresa del nieto mayor de la reina Isabel II de Inglaterra está resultando de lo más lucrativo, al haber encontrado un nicho de mercado perfecto en el que amasar fortuna en tiempos de coronavirus. La pandemia está suponiendo una tragedia para muchos, para la gran mayoría, pero siempre hay quien ve en la adversidad una oportunidad para crecer y así ha hecho Peter Phillips, que al no recibir asignación oficial del Estado británico por su parentesco con la Soberana, tiene que encontrar la mejor vía por la que buscarse la vía, siempre que se encuadre dentro de la legalidad. Es por ello que desde Buckingham no han querido hacer declaración alguna al respecto, al entender que no se trata de un miembro de la familia real y que, además, su negocio es legítimo, por mucho que a algunos les cueste ver con buenos ojos que se pueda lucrar en tiempos de necesidad. Así es el libre mercado, cuando uno necesita comprar algo, siempre habrá alguien dispuesto a venderlo.