Nuevo susto en la Familia Real belga tras conocerse que la reina Paola, de 84 años, ha sufrido una fractura de hueso a consecuencia de una caída, según ha confirmado la Casa Real. La soberana emérita ha tenido que suspender sus compromisos oficiales durante las próximas ocho semanas.
En esta ocasión la lesión se ha producido en el cuello del húmero de su brazo derecho. Desde palacio no han precisado dónde exactamente tuvo lugar esa "mala caída" ni se ha tenido que ser trasladada al hospital.
Los reyes eméritos Alberto y Paola residen en el castillo de Belvédère, en la localidad de Laeken. Desde que el monarca abdicó en 2013 a favor de su primogénito, ambos han reducido notablemente su vida oficial, pero no han desaparecido del todo y continúan asistiendo a los actos más importantes del país.
Curiosamente, la última vez que se ha podido ver a la pareja fue hace un par de semanas a través de un documental de la cadena belga RTBF dedicado a la reina Paola. Este causó cierta sorpresa al confesar la soberana su grave crisis matrimonial en el pasado (algo público y notorio), pero sobre todo al admitir por su propia voz que había sido infiel a su marido. En la década de los setenta, la reina fue pillada en unas fotografías en una playa con un periodista de la revista Paris Match.
"Fue un amor un poco egoísta. En otra vida no volvería a hacerlo, pero no hay que arrepentirse. Era una etapa triste de mi vida y estábamos al borde de la separación", confesaba la soberana, en un inusual arranque de sinceridad para el mundo de la realeza.
En aquella época, Alberto, que por entonces era príncipe de Lieja y reinaba su hermano Balduino, también tenía sus aventuras extramatrimoniales. De hecho, en 2020 se vio obligado a reconocer legalmente a Delphine Böel, una hija ilegítima fruto de su relación con una aristócrata belga, que ahora ya tiene el título de princesa y hasta aparece en actos públicos con el resto de la Familia Real con la plena aceptación y el reconocimiento de todos.
Lo cierto es que la pareja se reconcilió y, pese a poner en marcha la maquinaria legal para divorciarse, al final recapacitaron y vieron que su amor seguía existiendo. Ahora, ya octogenarios, viven tranquilamente rodeados de sus hijos y nietos.
No es la primera vez que la reina Paola se rompe un hueso. En diciembre de 2016 sufrió una fractura en las vértebras, por lo que pasó por el hospital. Y en febrero de 2017 tuvo una fractura del cuello femoral. La considerada como una de las reinas más bellas de la realeza europea de su época cumplirá 85 años el próximo 11 de septiembre.