Meghan Markle se ha soltado como nunca con Ellen DeGeneres, su amiga, a quien le ha confesado detalles ocultos sobre su vida antes de la fama como su destartalado coche o cuando iba a los mismos platós a pedir trabajo
Por si no había quedado claro hasta ahora, Meghan Markle no tiene intención alguna de quedarse en casa y guardar silencio. La mujer del príncipe Harry ha dejado constancia de que eso no sucederá de nuevo en un plató de televisión. Esta vez no ha sido Oprah Winfrey la afortunada de tener las declaraciones en primera persona de la actriz, sino que Meghan Markle ha querido asociar su imagen de manera estratégica ahora con Ellen DeGeneres, otra de las presentadoras con más poder de los Estados Unidos, además de una de sus buenas amigas y vecina. Aunque no sea la primera vez que se sienta en televisión para hablar sobre los capítulos más oscuros de su paso por la Familia Real británica, sí que es la primera vez que lo hace sentada en un plató y sin la compañía de su marido, lo que es tomado ya como toda una declaración de intenciones.
Meghan Markle ha sabido meterse al público de Ellen DeGeneres en el bolsillo y es que su desenfadada forma de hablar y su simpatía venían seguidas de risas, aplausos y vítores que le ayudaban a crecerse a lo largo de la entrevista. Una nueva experiencia en televisión que se aleja de la que realizó para la CBS con Oprah Winfrey y en la que centró su discurso en lo difícil que había sido su vida en Londres, en palacio y como miembro de la familia real británica. Un sufrimiento no solo por la presión mediática, sino también por estar expuesta a gestos discriminatorios, comentarios xenófobos, traiciones internas y momentos tensos que le llegaron incluso a replantearse la posibilidad del suicidio como vía de escape. Ahora, con Ellen DeGeneres, ha mostrado su lado más desenfadado y simpático, centrándose en hablar de su vida antes de ser duquesa de Sussex con divertidas anécdotas que el público agradeció.
Vídeo: Ellen DeGeneres
Vídeo: Ellen DeGeneres
Entre sus confesiones más curiosas, Meghan Markle comenzaba diciendo que no era la primera vez que estaba en los platós de Warner Bros, donde ahora se sienta para ser entrevistada por Ellen DeGeneres. Ya había estado mucho antes para realizar audiciones para conseguir un papel como actriz: “Entonces los guardias de seguridad me deseaban suerte para conseguir el trabajo. Hoy el viaje ha sido muy diferente”, confiesa con una sonrisa en el rostro y ganándose la simpatía de todos.
No siempre el lujo y la ostentación han acompañado a Meghan Markle y es que su vida no ha sido fácil y ha tenido que luchar duro para llegar donde llegó como actriz. Así recordó su viejo coche, un destartalado Fox Explorer que “tenía vida propia” y que andaba a duras penas: “Tenía estropeada la puerta del lado del conductor y la única manera de entrar era por el maletero. Entraba, lo cerraba y me arrastraba por todos los asientos para salir”, reconocía entre risas.
Puestos en confesiones, Ellen DeGeneres también quiso poner sobre la mesa un recuerdo que le une a Meghan Markle y es que, tal y como asegura, ya se conocían de antes incluso de que ella llegase a ser duquesa de Sussex. Al parecer, ambas coincidieron en una protectora de animales cuando la actriz estudiaba la posibilidad de adoptar un perrito. Al final se lo llevó, se trata de su perro Bogart y fue la presentadora quien le animó a dar el importante paso: “Yo la convencí para que se lo llevara a casa”. Desde entonces surgió una amistad y siempre han mantenido contacto estrecho, hasta el punto incluso de que Ellen viajó a Londres para conocer en persona a su primer hijo, Archie, y no dudó en defenderla siempre que veía que la prensa británica traspasaba los límites en su empeño de señalar a Meghan Markle como la mala de la película y la culpable de todos los males de la Corona. “Son dos de las personas más compasivas con los pies en la tierra, están haciendo mucho bien por el mundo”, asegura la presentadora refiriéndose a los duques de Sussex.
Tan buena relación mantienen que incluso se han ido a vivir juntas, aunque no revueltas. Cada cual en su mansión millonaria en Montecito, pero siempre en estrecha comunicación como buenas vecinas: “Eres la tía Ellen para los niños”, dice Meghan Markle dándole su lugar a su amiga. La actriz no dudó en hablar de sus hijos como madre orgullosa que es. Sobre su hija Lili confiesa que ahora “le están saliendo los dientes”, a lo que Ellen le recomienda un remedio casero un tanto extremo: “Dale tequila, lo que sea para arreglarlo”. El buen rollito ha marcado la última aventura televisiva de Meghan Markle, esta vez sin el príncipe Harry como escudero.