No llegan buenas noticias a Meghan Markle. En plena batalla judicial contra los cuatro tabloides británicos más conocidos, la duquesa de Sussex no ha recibido la mejor de las noticias. Y es que la vista previa en el Alto Tribunal de Londres ha desestimado partes de la demanda que había presentado Meghan en contra de estos medios de comunicación por publicar información que a su parecer no era veraz.
"Algunas de las alegaciones son irrelevantes para el propósito de la demanda" al aparecer datos que no deberían formar parte del caso como el uso indebido de información privada, vulvneración de los derechos de propiedad intelectual e incumplimiento de la ley de protección de datos, según publica 'Hello'. Sin embargo, otras partes de la demanda sí han sido aceptadas, como todo lo que tiene que ver con la publicación de los artículos relacionados con ella y su padre. Mientras se resuelve esta parte de la demanda, los medios de comunicación demandados están convendidos de que solo publicaron estas informaciones porque eran de interés público.
El pasado viernes daba comienzo el juicio que enfrenta a los duques de Sussex contra los medios británicos a los que demandaron hace unos meses y los que acusan de violar su privacidad. Debido a la crisis sanitaria que está atravesando más de 181 países, ha declarado de forma telemática. El gusto de la exactriz por los aguacates y la carta que le escribieron a Thomas Markle han marcado la primera jornada de esta batalla legal.
En concreto, fue el pasado mes de septiembre cuando el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron emprender acciones legales contra un tabloide de Reino Unido después de que este hiciera público una carta privada que la protagonista de ‘Suits’ le había mandado a su padre, Thomas Markle.
Hace ya una semana, dio comienzo la primera audiencia, donde los responsables del odio han pedido que se desestime la denuncia interpuesta por Meghan. Para ello, han hecho hincapié en la libertad de expresión y han reiterado el hecho de que la carta publicada era de interés público: «Esa información satisfacía la curiosidad de los lectores sobre la vida privada de Meghan y su padre».
Sin embargo, el equipo legal de los Sussex han defendido el carácter privado y confidencial del manuscrito y han asegurado que esto supone una clara vulneración a la intimidad de Markle. Debido al coronavirus, la nuera de Carlos de Inglaterra ha comparecido de forma telemática desde su casa de California.
Una carta para dichos medios
Hace unos días, desde Estados Unidos, los duques de Sussex mandaron una carta a cuatro de los medios más reconocidos de Reino Unido: ‘Daily Mail’, ‘Express’, ‘Mirror’ y ‘The Sun’. En su mensaje, el nieto de Isabel II y su mujer les hacían conocedores de su decisión de dejar de colaborar con ellos y con todos aquellos periodistas que se han puesto en contacto con ellos para confirmar algunas de las noticias.
«Es gravemente preocupante que una parte influyente de los medios de comunicación, durante muchos años, haya tratado de aislarse de asumir la responsabilidad de lo que dicen o imprimen, incluso cuando saben que es distorsionado, falso o invasivo más allá de lo razonable», escriben.Además, dejaron claro que con esta decisión afrontaban así una nueva política a la hora de contactos con los medios.
«Cuando el poder se disfruta sin responsabilidad, la confianza que todos depositamos en esta industria tan necesaria se degrada. El duque y la duquesa de Sussex han visto a personas que conocen, así como a extraños, ver sus vidas completamente rotas sin ninguna buena razón, aparte del hecho de que los chismes aumentan los ingresos por publicidad», prosiguen.
El matrimonio asegura que con esta carta no trata de evitar las críticas que se puedan hacer sobre ellos, pero sí que es una forma de controlar qué se publica: «No se trata de impedir una conversación pública o censurar noticias precisas. Los medios tienen todo el derecho de informar pero no pueden basarse en mentiras, por lo que esta decisión no afecta a otros medios de comunicación», dicen.
Su nueva vida en Los Ángeles
Esta carta llegó unos días después de que se publicaran las primeras imágenes de ellos en Los Ángeles, hasta donde se mudaron en marzo para empezar una nueva vida después de su decisión de dejar de pertenecer a la casa real británica. El matrimonio ha sido fotografíado como jamás les habíamos visto: cubiertos, tratando de no ser contagiados con guantes y mascarillas, e intentando pasar desapercibidos ambos con gorras.
Habrá que esperar para saber cómo se suceden los siguientes pasos de esta batalla judicial, que promete ser larga.