Hacía mucho tiempo que la reina Máxima de los Países Bajos no salía de palacio. La pandemia ha obligado a cambiar sustancialmente las agendas reales, pero llamaba particularmente la atención que casi la totalidad de sus compromisos de las últimas semanas fueran videoconferencias. Es decir, teletrabajo puro y duro en su despacho. La espera ha tocado a su fin y la soberana ha abandonado sus dependencias en la residencia de Huis ten Bosch para cumplir con un acto fuera de casa.

Para ello se desplazó hasta la ciudad de Oud-Beijerland, en el oeste del país.

. Quizás por esta circunstancia, la de salir al fin y airearse un poco, Máxima de Holanda decidió vestirse de rojo intenso. Ella, que es tan dada a los atuendos coloridos, también tiene en el rojo un firme aliado, como nuestra Reina Letizia. Por cierto, hace solo unos días, la consorte española aparecía con un vestido rojo de Massimo Dutti que ya lució antes Máxima.

Máxima de Holanda sale de su 'reclusión' y reaparece en 'rojo Letizia'
Gtres.

Y así se presentó en una escuela de primaria, a la que visitó para interesarse por los efectos de la crisis sanitaria. Con un abrigo por los hombros y un vestido sin mangas, grandes pendientes, guantes, cartera, pelo suelto... O sea, Máxima en todo su esplendor.

Allí se encontró con los pequeños alumnos en una clase e hizo gala de su simpatía y buena mano en las distancias cortas. A todos los saludó haciendo un gesto tocándose el corazón con la mano. Máxima también charló con los profesores del centro sobre cómo han inculcado los nuevos conceptos en tiempos de pandemia, como la distancia social para evitar el virus.

Máxima de Holanda sale de su 'reclusión' y reaparece en 'rojo Letizia'
Gtres.

Tenemos que remontarnos hasta el pasado 8 de diciembre para encontrar la última actividad presencial de Máxima de Holanda, cuando acudió a la Universidad de Utrecht. Desde entonces, la reina ha llevado a cabo su agenda en su despacho, realizando incluso una visita virtual a Senegal. Este perfil bajo contrasta mucho con sus anteriores costumbres (más allá de las precauciones sanitarias) y también tiene que ver con las torpezas cometidas por los reyes Guillermo y Máxima el pasado verano. Tras ser sorprendidos de vacaciones en su casa de Grecia, las críticas arreciaron y ellos tuvieron que pedir perdón a su pueblo en un mensaje grabado en vídeo. Ahora procuran no dar demasiado que hablar, salvo por su trabajo.