Durante estos últimos días los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han presidido los actos por la Fiesta Nacional de la Liberación tras la II Guerra Mundial. El 4 de mayo tuvo lugar el Día del Recuerdo y el 5 de mayo se festejó el tradicional concierto por el Día de la Liberación. Los códigos de etiqueta eran muy distintos, pero en ambos casos la soberana brilló con luz propia.
Para el primero Máxima se vistió de riguroso luto, ya que se trata de un homenaje a los caídos en la guerra, para lo cual los monarcas depositaron una corona de flores en la plaza Dam de Ámsterdam. Para el evento musical, la etiqueta era completamente diferente.
La reina Máxima sacó uno de sus vestidos más llamativos y a la última. Hablamos de un modelo de Natan con vivo estampado de flores y rematado con plumas en las mangas. Lleva en su armario varios años, con lo que ella también demuestra que sabe conjugar perfectamente los estrenos con los reciclajes del fondo de armario.
Las plumas son uno de los detalles que más están causando furor en la última temporada. Se aplican tanto en las mangas como incluso para rematar los pantalones o, por descontado, para adornar cualquier otra parte de la prenda, como escote y caderas.
Quién más quién menos se ha apuntado a la tendencia, entre ellas la Reina Letizia (recordemos su vestido verde en el concierto de los Premios Princesa de Asturias) y también su sobrina política, Victoria de Marichalar.
Las plumas aportaban el toque glamouroso para una noche de concierto, en la que los reyes disfrutaron a fondo junto a su pueblo. Este es otro de los eventos que se han recuperado ya con toda normalidad tras la pandemia.
Si durante el reciente Día del Rey, jornada en la que el rey Guillermo celebró con su pueblo su 55 cumpleaños, vimos a los monarcas y sus tres hijas bailando y divirtiéndose muy sueltos al ritmo de la música, en esta ocasión no fue para menos. Solo faltaban las jóvenes princesas, eso sí, cuyas apariciones públicas a lo largo del año también son contadas.
Este concierto se celebró frente al Teatro Real Carré, situado a orillas del río Amstel en la ciudad de Ámsterdam, donde además de actuaciones hubo un magnífico espectáculo de fuegos artificiales para culminar los festejos.
Máxima desplegó todas sus 'armas': sonrisa, simpatía, expresividad, saludos a unos y otros... Y por supuesto, un look a la altura de las expectativas. Si hablamos de la soberana de origen argentino, lo mejor que te puedes esperar es un 'más es más' de estilo.