Desde que la princesa Mette Marit y el príncipe Haakon de Noruega se dieron el 'sí, quiero' a principios de 2001, han formado una de las familias más reconocidas en la realeza europea junto a sus dos hijos en común, la princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus de Noruega, dejando atrás el pasado de Marit, una mujer que ya tenía un hijo y un pasado con las drogas por una relación sentimental anterior. La princesa tuvo a su hijo cinco años antes de casarse con el príncipe y tuvo que enfrentarse a la normativa legal de la Casa Real de Noruega para ascender al título de princesa. Desde entonces, sus tres hijos han tomado responsabilidades profesionales muy diferentes a lo largo de sus vidas, teniendo en cuenta que a su hijo Marius le anularon todo tipo de título nobiliario. Sigue leyendo para descubrir la vida actual de Marius y los príncipes Ingrid y Sverre de Noruega.
El oscuro pasado de Mette Marit
Cuando Mette Marit conoció al príncipe de Noruega cambió su vida radicalmente. Ella nació en la ciudad noruega de Kristiansand, en una familia muy normal y humilde. Sus padres se separaron cuando tenía once años y decidió quedarse a vivir con su madre en su pueblo natal donde pasó toda su adolescencia. Durante esos años, Marit conoció a Morten Borg, un joven del que se acabaría enamorado y convirtiéndose en el padre de su primer hijo en 1997, Marius Borg. Esta relación fue muy complicada para Mette Marit y marcó una de las peores etapas de su vida. El padre de su hijo fue condenado a prisión en 1991 por tráfico de drogas y ella apareció en varios programas de televisión buscando a su pareja supuestamente desaparecida. Una etapa que terminó cuando coincidió por segunda vez con el príncipe Haakon en el festival de rock Quart de Noruega y saltaron las chispas entre ellos. A partir de ese día, la vida de Mette Marit cambió para siempre, y también la de sus hijos.
Cuando el príncipe y su novia hicieron público que habían iniciado una relación y se habían ido a vivir juntos, la presión mediática y el pueblo noruego se echó sobre ellos ya que esta decisión no estaba bien vista antes de pasar por el matrimonio. Aún así, la pareja no se casó hasta principios del 2001 y tuvieron a dos hijos en común: la princesa Ingrid de Noruega y heredera directa al trono en la línea de sucesión, y el príncipe Sverre de Noruega. Mette Marit, a cambio de obtener el título de princesa, tuvo que firmar un documento para dejar constancia de que su primer hijo Marius no obtendría título nobiliario alguno.
Su hijo Marius Borg, el más mediático de la familia real
Es Marius quien ocupa la mayoría de las portadas de revistas noruegas. El hijo de Mette Marie y Morten Borg estudió Finanzas en la ciudad de California y después, se mudó a Milán para formarse en diseño, convirtiéndose más tarde en editor de moda en una conocida revista británica. A partir de ahí, el joven sin título comenzó ha tener a varios trabajos pasando a formar parte de numerosas empresas.
Después, de dejar el mundo de los medios de comunicación y el diseño, comenzó a trabajar en el departamento de marketing y publicidad de una importante empresa noruega pero solo duró unos meses. Luego empezó a trabajar en Moodie, una aplicación de citas y espectáculos en streaming que parecía tener éxito, pero tampoco estuvo mucho tiempo trabajando allí. Después decidió formarse profesionalmente en una de sus mayores aficiones, el motor y desde entonces, Marius se está formando para ser mecánico de motos.
En cuanto a su vida sentimental, tuvo un romance con Juliane Snekkestad una modelo y chica playboy con la que apenas duró unos meses y después, comenzó una relación sentimental con Nora Haukland, una estrella de realities que ganó 'Love Island' junto a su expareja en 2020. Parece que su relación con Nora tampoco ha llegado a buen puerto ya que recientemente han anunciado su ruptura.
Ingrid Alexandra, la princesa heredera al trono de Noruega
La princesa Ingrid Alexandra de Noruega está siendo cada vez más conocida y aceptada en la sociedad noruega. La joven ha llevado una vida discreta y disciplinada basada en su formación como futura reina del pueblo noruego. Por su 18º cumpleaños, la familia real celebró una fiesta por todo lo alto donde acudieron todos los jóvenes royals y representantes del resto de casas reales europeas y sus herederos. Ingrid estaba pletórica y lució por primera vez una tiara de princesa, una pieza de diamantes y perlas que le regalaron por su mayoría de edad. En cuanto a su título real, la princesa Leonor de España se encuentra en su misma situación dentro de la monarquía, siendo ambas sucesoras directas al trono. En Noruega y tras la abolición de la ley sálica, reinará una mujer por primera vez en 600 años.
La joven de 22 años tiene el corazón ocupado. Durante el verano de 2020, se conoció que la princesa había iniciado una relación con Magnus Heien Haugstad, un joven de 24 años que estudia Administración en la Universidad de Lancaster deReino Unido y que es hijo de un abogado. El joven también acudió a su fiesta de 18º cumpleaños y cada vez que tiene ocasión, acompaña a la heredera a sus eventos públicos y actos oficiales.
Sverre Magnus, el príncipe en busca de su propio camino
Recientemente, el hermano pequeño de la princesa Ingrid y el segundo hijo en común de Mette Marit y el príncipe Haakon, ha cumplido la mayoría de edad ya que se lleva dos años con su hermana mayor. Sverre Magnus de Noruega ha sido el primer príncipe varón en nacer en el país nórdico dentro de la realeza tras la abolición de la ley sálica, hecho por el cual no le ha quitado la condición de heredera a su hermana mayor, la princesa Ingrid. Sobre su futuro y su papel dentro de la monarquía de Noruega, su padre el príncipe Haakon comentó que "tendrá que encontrar su propio camino en la vida. Será su hermana Ingrid quien asuma el papel principal. Sverre probablemente participará en algo, pero no creo que tenga un papel oficial o un puesto a tiempo completo. Ese no es el plan. Así que tiene que encontrar algo que quiera hacer en la vida".
Sin duda, el papel del tercer hijo de Mette Marit será uno mucho más discreto y sencillo, el mismo que comparte con nuestra infanta Sofía y nada que ver con el que ocupan sus hermanas mayores, Leonor e Ingrid de Noruega, que serán el rostro de las monarquías europeas del futuro.