La Casa Real de Luxemburgo está de celebración: hoy es el cumpleaños de la Gran Duquesa María Teresa y además llega a una edad muy significativa, los 65 años. Esta es la edad más aceptada para la jubilación de los ciudadanos de a pie, aunque eso no incluye directamente a los 'royals'. Con motivo de este aniversario tan especial han facilitado nuevos retratos de la esposa de Enrique de Luxemburgo, en los que se la ve en su faceta más sofisticada (con una fotografía en blanco y negro) y también en su aspecto más familiar, posando con su nieto Charles, hijo del príncipe heredero Guillermo. Lo cual no quiere decir que todo sean felicitaciones para ella...
Y es que María Teresa siempre ha estado, y continúa, en el centro del huracán. Y más en el último año tras la publicación del llamado informe Waringo, encargado por el Gobierno, en el que quedaba clara su mala relación y su actitud despótica con algunos empleados de palacio (hablándose de "ansiedad" y llegándose al despido de 51 de ellos en solo cinco años), a lo que se sumó una investigación abierta por supuestos delitos de malversación. Esta situación obligó a la defensa pública por parte de su marido, quien alertó del trato "injusto" que se le estaba infligiendo y reafirmando la importante labor social de su esposa.
María Teresa nació el 22 de marzo de 1956 en La Habana (Cuba), en el seno de una familia acomodada de la isla caribeña, cuyos padres fueron José Antonio Mestre y María Teresa Batista-Falla de Mestre, de origen español, que tuvieron que exiliarse con sus cuatro hijos tras la llegada de Fidel Castro al poder. Primero se instalaron en Nueva York, después en la propiedad familiar de Santander y, por último, en su hogar definitivo en Ginebra (Suiza). La joven recibió una exquisita educación en los mejores colegios, llegando a cursar Ciencias Políticas en la Universidad de Ginebra. Es en esa época cuando conoció al atractivo príncipe Enrique, que hacía una carrera similar. El flechazo fue instantáneo. En 1980 ella obtuvo su licenciatura y, acto seguido, en noviembre del mismo año, se anunció el compromiso de la pareja.
UNA BODA MUY ROMÁNTICA
La boda se celebraría en 1981. María Teresa, latina 'de sangre caliente', entraba en una Familia Real centroeuropea, y entonces fue vista como un elemento algo 'exótico'. Parece que antes tuvo que superar la poca aceptación de su suegra, la Gran Duquesa Carlota, con la que nunca llegó a tener una relación fluida. A partir de entonces, todavía princesa, comenzó a trabajar en labores sociales presidiendo diferentes patronatos y creando su propia fundación benéfica para centrarse en la defensa de las personas más vulnerables, los derechos de la mujer y las microfinanzas inclusivas. También se convirtió en madre. Cinco hijos (Guillermo, Félix, Guillermo, Luis, Alexandra y Sebastián) vinieron a alegrar su felicidad conyugal, que hoy ya se ha ampliado con cinco nietos.
El 7 de octubre del año 2000 su marido ascendió al Trono y desde entonces ella reina como Gran Duquesa de Luxemburgo. Una figura respetada en su país, pero no exenta de sombras y polémicas. Se le achaca un cierto mal carácter, que en todo caso para nada afecta a su matrimonio con el Gran Duque Enrique. Ambos son un ejemplo de estabilidad y romanticismo. Sus últimas fotos oficiales conjuntas con ocasión de su 40 aniversario de boda son la mejor prueba. Juntos soplarán las velas de este 65 cumpleaños, que será de puertas para adentro de palacio debido a la pandemia.