La princesa Victoria de Suecia cumplió 45 años el 14 de julio. Una fecha marcada en el calendario que siempre pilla a la Familia Real escandinava de vacaciones en el palacio de Solliden, en la isla de Öland. Como es habitual, los reyes acompañaron a la heredera en este día y salieron a posar ante los medios, con el monarca lanzando al aire los tradicionales "hurras" de felicitación hacia su hija.

Magdalena y Sofía de Suecia, inesperado duelo de princesas boho (con alpargatas españolas)
Gtres.

A su lado también estaban su esposo, Daniel Westling, y sus dos hijos, Estelle y Oscar, felices pese a haber desmentido hace unos meses su supuesta crisis matrimonial. Después se les sumaron otros miembros de la familia para seguir disfrutando todos juntos de la jornada festiva, que tuvo como broche de oro un concierto en en las ruinas del castillo de Borgholm. Es ahí cuando nos fijamos en las otras dos estrellas mediáticas de la dinastía Bernadotte: la princesa Magdalena (40) y la princesa Sofia (37), esposa del príncipe Carlos Felipe.

Y es que las cuñadas acapararon el foco con unos estilismos bastante llamativos, cada uno en su estilo. Magdalena, la menos de los tres hijos de los reyes, brillaba con un vestido floral de seda con bajo asimétrico de la firma Veronica Beard. Y Sofia hacía lo propio con un diseño rosa palo con toques florales de la firma Malina.

Magdalena y Sofía de Suecia, inesperado duelo de princesas boho (con alpargatas españolas)
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Lo más curioso es que ambas eligieron unas alpargatas. Las de Magdalena eran de Valentino Garavani y las de Sofia eran de la marca española Castañer. Como vemos, las cuñas de esparto han acabado conquistando a la realeza internacional, de la primera a la última, empezando por la Reina Letizia, auténtica adalid de este calzado tan nuestro. Kate Middleton, Máxima de Holanda y hasta la primera dama estadounidense, Jill Biden, son otras de sus embajadoras.

El caso es que las princesas deslumbraron con sendos looks de aires bohemios y perfectos para una velada musical de verano al aire libre. Por eso mismo no les faltaban en sus manos unos ligeros plumas, por si refrescaba por la noche. Aquí nos llevamos la chaquetita...