Los Reyes de Suecia, junto a dos de sus hijos, celebran la cena de representación con más de 150 invitados en el Palacio Real de Estocolmo.

La familia real de Suecia ha vivido un miércoles de lo más intenso después de dos años de pocos eventos multitudinarios. Los Reyes de Suecia, acompañados de dos de sus hijos, la princesa Victoria, que ha estado junto a su marido, Daniel, y el príncipe Carlos, que ha llegado con su mujer, Sofía, dada del brazo, han celebrado dos años después la cena de representación. La que no ha podido estar en esta ocasión ha sido la princesa Magdalena, que está viviendo en Florida.

La pandemia ha imposibilitado que se celebrara durante dos años. La última vez que se celebró fue en el 2019. Ahora, cuando la pandemia está más controlada, la familia real sueca se ha reunido con unos 150 invitados, entre los que estaban miembros del Parlamento, del Gobierno y del Cuerpo Diplomático sueco. También han estado presentes personas que han hecho importantes contribuciones a nivel local, regional y nacional. Ha tenido lugar en el Palacio Real de Estocolmo.

Esta cena requería vestir de gala y sus invitados no han decepcionado. Los primeros en llegar han sido la reina Silvia y Gustavo de Suecia. La reina ha lucido un vestido azul eléctrico de manda larga y cuello de barco. Ha llamado la atención el detalle de los lazos en sus hombros. Ha lucido este estilismo con la tiara de Leuchtenberg, de diamantes y zafiro.

La familia real sueca se reúne para celebrar la cena de representación

Familia real Suecia
© Gtres.

A los reyes le seguían Victoria de Suecia y su marido. La heredera ha querido también elegir un color llamativo, como su madre, y ha lucido un vestido rojo espectacular de manga corta. El despliegue de tiaras ha sido de lo más llamativo y ninguna de las pertenecientes a la familia real sueca ha decepcionado. Victoria de Suecia elegía una doble de laurel.

La princesa Victoria sorprendía con un vestido rojo espectacular

Familia real Suecia
© Gtres.

Por su parte, Sofía de Suecia, que llegaba junto a su marido, Carlos Felipe, y lo hacía con un vestido verde, que tampoco ha pasado desapercibido. Un diseño satinado con manga corta y cuello perkins. Para la tiara ha elegido la que le regalaron los reyes de Suecia con motivo de su boda con Carlos Felipe y que ya llevó el día de su boda el 15 de junio de 2015.

La cena ha tenido lugar en la galería de Carlos XI en el Palacio de Estocolmo. Las mesas que han recibido a los invitados tenían una mantelería de Irlanda, donde se han colocado no solo la vajilla en la que han cenado todos y la cristalería en la que han bebido, sino que también se han colocado candelabros de cuatro brazos y centros de mesa con varios tipos de flores.

Una cena con todo lujo de detalles

El menú tampoco ha pasado desapercibido. La familia real de Suecia y los invitados han comido cangrejo real de Noruega al vapor, marinado con colirrábano y mousse de pomelo y hierbas aromáticas, como entrante. El plato principal fue rape islandés al horno con huevas de lumpo frescas con espárragos blandos salteados con mantequilla blanca y cebolleta. De segundo, asado de cordero de primavera del valle del lago Mälaren a la brasa con salsa de ajo de oso y apionado glaseado. De postre, limón merengado con sorbete de cítricos, esencia de enebro y sauco, polén de inojo y merengue francés.