El féretro con los restos mortales de la reina Isabel II llegaba al Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo este domingo, 11 de septiembre, a media tarde. Después de emprender un un largo viaje de seis horas por carretera que se iniciaba en el Castillo de Balmoral. En el interior de uno de los vehículos del cortejo fúnebre iba su hija, la princesa Ana, acompañada de su marido, Sir Timothy Laurence. A su llegada a la capital escocesa, el féretro ha sido recibido por los hijos de la monarca, el príncipe Andrés, el príncipe Eduardo -acompañado por su mujer, Sofía de Wessex-, y la princesa Ana. El primogénito de la Reina, Carlos III, se encontraba en Buckingham cumpliendo con sus primeros deberes como Rey de Inglaterra.
La princesa Ana ha sido la que más compungida se ha dejado ver cuando el féretro ha sido trasladado al Salón del Trono del Palacio de Holyroodhouse. Se mostraba seria y cabizbaja, pero pendiente del protocolo. No ha olvidado hacer un reverencia en señal de respeto al paso del ataúd. Los rostros del príncipe Andrés y el príncipe Eduardo también evidenciaban que era un día muy difícil para la familia. Miles de personas se han reunido en Edimburgo en tributo a Isabel II. La llegada del convoy, compuesto por un coche fúnebre y seis vehículos de comitiva, ha generado una gran expectación. A pesar de la multitud congregada ha imperado el silencio al paso del cortejo, solo roto por algunos aplausos.
Una despedida histórica para Isabel II
Reino Unido ha preparado al detalle una despedida digna de una gran Reina. Este lunes, el féretro será trasladado a la Catedral de St Giles de Edimburgo y se realizará una procesión que partirá desde la explanada del palacio. Un solemne acto en el que volveremos a ver al nuevo Rey, también a los distintos miembros de la Familia Real. Acto seguido se oficiará un servicio religiosa en la Catedral de St Giles. Allí se abrirá una capilla ardiente para permitir que el pueblo de Escocia presente sus respetos.
El cuerpo será trasladado este martes, 13 de septiembre, desde el aeropuerto de Edimburgo en un avión de la Royal Air Force y llegará a Londres por la noche. Por carretera, así es como se llevará hasta el Palacio de Buckingham donde se instalará en la habitación del Arco. Un día más tarde se llevará en procesión en un coche de caballos hasta la Abadía de Westminster, donde la Reina descansará en el Salón de Westminster. El funeral de estado se oficiará el lunes 19 de septiembre en la Abadía de Westmister. Una fecha histórica durante la cual Londres volverá a copar la actualidad mundial.