La reina Máxima de Holanda ha reaparecido para acudir a un centro comunitario en Ámsterdam con ocasión de la Semana contra la Soledad 2023, destinada a mejorar la vida de los mayores. La esposa del rey Guillermo se ha presentado como acostumbra: con un estilismo lady con un punto atrevido (blusa clásica de lazada de Natan combinada con una falda de cuero verde) y su mejor sonrisa por delante. Solo le ha fallado un detalle: su pelo. Hoy más que nunca, Máxima debería gritar. "¡Ruphert, te necesito!".

maxima de holanda con blusa de lazada y falda de piel verde
La reina Máxima de Holanda, a su llegada a un centro de mayores (Gtres).

A nadie le ha pasado inadvertido que hoy la melena de la reina consorte no estaba en su mejor momento. Esto es lo que se conoce como un 'bad hair day', literalmente "un mal día de pelo". Y es que este se mostraba descuidado, lo cual no resulta nada acorde a las costumbres de Máxima, siempre coqueta y preocupada de arriba a bajo hasta el último de sus complementos. Sin embargo, hoy el repaso de pies a cabeza, parándonos justo ahí, ha suscitado más de un comentario. ¿Qué le ha pasado a Máxima? ¿La soberana de los Países Bajos no se ha peinado? ¿O más bien se ha mal peinado?

El cabello suelto, desmañanado, sin volumen ni forma, con las puntas abiertas y necesitado de un lavado, además de un buen repaso del tinte en las raíces... Máxima nos encanta siempre, pero hemos de decir que en esta ocasión ha patinado. Y no es la primera vez. De hecho, el tema de su pelo suele ser bastante recurrente en foros públicos de Internet, donde se 'alerta' y se critica que no le preste tanta atención como a sus estilismos. En particular cuando no lo lleva recogido.

maxima de holanda con raices en el tinte
El cabello de la reina Máxima necesita de una puesta a punto (Gtres).

Máxima de Holanda ha regresado a sus obligaciones tras disfrutar del verano en su particular paraíso griego, en la península de Kranidi, donde la Familia Real suele navegar en su flamante yate. Ya sabemos que el verano hace estragos en el pelo, por el exceso de sol y sal, pero está claro que la reina todavía no se ha hecho la puesta a punto de corte, teñido e hidratación. Necesita con urgencia una cita con su peluquera de confianza.

Cuestiones estéticas aparte, Máxima de Holanda ha encandilado a los presentes durante su visita al mencionado centro. Incluso se ha animado a cocinar la tradicional sopa de la abuela junto a algunos residentes. En estas lides ella es imbatible en empatía, cercanía y naturalidad. Pese a sus (malos) pelos...