La serie 'The Crown' hace revivir a Diana de Gales con todo lujo de detalles. Así han recreado modelo a modelo los icónicos trajes de la recordada princesa.

La cuarta temporada de la serie 'The Crown' (Netflix) se esperaba con verdadera expectación. Y todo porque llegamos al punto de la historia en el que entra en escena Diana de Gales, una tímida aristócrata de apenas 20 años que se enamora perdidamente de Carlos de Inglaterra, el heredero al trono británico. A partir de ahí todos conocemos cómo siguen los acontecimientos, pero a pesar de eso el interés que ha despertado es máximo.

El 'cómo' retratan los avatares de la bautizada como la 'princesa del pueblo' acapara los titulares, en especial sus problemas sentimentales, su caída en la bulimia y su encaje en el complicado fichero de Buckingham. Si a esto le sumamos una recreación perfecta de la figura de Lady Di, el éxito está asegurado. Hay momentos en los que las 'dos Dianas' están tan calcadas que alguien puede llegar a confundirlas...

La espectacular producción de la plataforma Netflix, capitaneada por Olivia Colman como la reina Isabel II, ha invertido una buena parte de su presupuesto en unos escenarios y vestuario al detalle. En esta nueva temporada se mide con una inexperta Diana, que tristemente aprenderá su papel a base de golpes. El emblemático papel ha recaído en la joven actriz británica Emma Corrin, de 24 años, quien con sus rasgos rubios y dulces da el pego totalmente como la princesa de Gales. Para ella ha sido todo un reto interpretarla, y para los encargados de vestuario y maquillaje, otro añadido. Había que conseguir que alguien tan seguido y adorado como Lady Di quedara fielmente reflejada en la pequeña pantalla y para ello han realizado una labor increíble.

Los looks calcados de Diana de Gales y la Lady Di de la serie 'The Crown'
Archivo Semana/Gtres.

Solo para la Diana de ficción la encargada de vestuario, Amy Roberts, y su equipo, han recreado hasta 80 modelos. Algunos perfectamente copiados del original, como es el caso del traje de novia, y otros inspirados en la moda de la época, la década de los 80. El resultado es un escalofriante parecido entre la Diana real y la de mentira, lo que sin duda ayuda a identificarse con la historia.

Del recatado traje de su compromiso hasta los más informales con rebequitas con flores. También sus vestidos para viajes y actos oficiales, a menudo rematados con clásicos tocados y los diseños largos de gala. Todo un recorrido 'fashion' que ha encandilado a los espectadores y ha vuelto a desatar la "Dianamanía", si es que alguna vez se fue.