Ya hay fecha para que los duques de Sussex dejen de representar de manera oficial a Isabel II. Tras el anuncio de su retirada, el pasado 8 de enero, la monarca, el príncipe Harry y Meghan Markle han llegado a un acuerdo. Sin embargo, la pareja ha publicado un comunicado en el que reconocen que determinados puntos les dejan "tristes" y no han dudado en desafiar a la reina de Inglaterra.
La nueva faceta del príncipe Harry: Da el salto a la música
El próximo 31 de marzo, el príncipe Harry y Meghan Markle dejarán de usar la marca "Sussex Royal" y no podrán representar a la Corona en ningún compromiso oficial ni en sus proyectos benéficos y solidarios. Ante esto, el nieto de la reina y la exactriz han emitido un comunicado en su página web en el que han explicado que aceptan las normas que les ha establecido la Familia Real.
La reina Isabel II pone a Meghan y Harry su fecha de salida y les prohíbe la marca Sussex
"Los duques de Sussex están completamente centrados en sus nuevos proyectos para establecer una nueva organización sin ánimo de lucro. Según las normas británicas sobre la palabra 'Royal', se ha acordado que la organización en la que están trabajando el duque y la duquesa, que será lanzada en primavera, no se llamará 'Sussex Royal Foundation", explican.
Sin embargo, las palabras que han podido doler a la abuela del príncipe Harry han sido las siguientes: "Aunque la Monarquía o la Oficina del Gabinete con tienen ninguna jurisdicción sobre el uso de la palabra 'Royal' en el extranjero, los duques de Sussex no usarán 'Sussex Royal' en ningún territorio tras la fecha prevista en el acuerdo", aseveran.
"Buscar trabajo fuera de la institución"
Por otro lado, los duques de Sussex destacan el hecho de que otros miembros de la Familia Real británica hayan tenido libertad a la hora de buscar trabajo. Tanto es así que explican que el acuerdo al que han llegado con la monarca establece que estos tendrán que pasar por un período de revisión de 12 meses.
De la misma forma, tanto Meghan como Harry dejan claro que cierran su oficina en Buckhingam y aseguran que les entristece el hecho de haber tenido que despedir a su personal, con los que mantenían una relación muy estrecha.