No es ninguna novedad: el vestido de novia es el secreto mejor guardado de toda boda. Y una vez que aparece la contrayente y el enigma se desvela, todo son ojos para ella. Reinas, princesas y aristócratas han protagonizado grandes momentos en su día "más especial", y nosotros vamos a recordar algunas de las novias más importantes que precedieron a Meghan Markle.
El estilo de los vestidos nupciales ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, adaptándose a las modas imperantes en la época y sorprendiendo en la mayoría de los casos para bien. Los tenemos para todos los gustos: ampulosos, de "princesa", modernos, elegantes e incluso con un punto extravagante. Las coetáneas de la esposa del príncipe Harry dejaron su huella luciendo modelos que ya forman parte de la historia. Algunas se decantaron por grandes firmas internacionales, como Valentino y Armani, italianos que triunfan claramente en las preferencias, y otras apostaron por diseñadores de sus respectivos países, como ocurrió con Victoria de Suecia. Eso sí, el blanco es el color triunfante por excelencia para no romper con una arraigada tradición. Se dice que la Reina Victoria de Inglaterra fue la primera en atreverse con el color de la pureza en su boda con Alberto.
[Así es el vestido de novia de Meghan Markle, según las pistas]
Todo look nupcial no está terminado sin unas buenas joyas, y en ese aspecto las tiaras son el elemento absolutamente indispensable. Aunque ha habido novias reales que han preferido la sencillez de unas flores. Alguna de las maravillosas tiaras del joyero de cada Familia Real, acompañada de pendientes y otros aderezos, han hecho brillar a las novias de todos los tiempos. La responsabilidad es enorme y ningún diseñador quiere fallar en ese gran día, pues supone todo un espaldarazo a sus firmas o la consagración. Por supuesto, la novia es la primera interesada en que todo salga bien. De todas estas novias reales, desde la década de los 90 hasta ahora, ¿cuál es vuestra favorita?
Marie Chantal Miller
Era el 1 de julio de 1995, en Londres. Y este es, sin duda, uno de los vestidos nupciales más espectaculares. Pablo de Grecia, sobrino de la Reina Sofía, presumía así de orgulloso de su ya esposa, quien marcó un antes y un después con su primoroso diseño de Valentino. Realizado con cuello alto en encaje, con una falda en forma de tulipán en seda de color marfil, bordada a mano con perlas y encajes, se necesitaron cuatro meses de trabajo en el taller del italiano para terminarlo. El velo era casi más una mantilla de cinco metros de largo e iba bordado con arcos y mariposas. Lo sujetaba la tiara corsario, que en su día fue un regalo de los Reyes de Dinamarca a su hija Ana María por su 18 cumpleaños.
Guillermo de Luxemburgo y Sibilla Weiller
Guillermo de Luxemburgo es el hermano menor del Gran Duque de Luxemburgo y Sibilla Weiller (de soltera) es hija de Olimpia Torlonia, hija a su vez de la infanta Beatriz de Borbón, tía del Rey Juan Carlos. El 24 de septiembre de 1994 ambos pasaron por el altar en Versalles, y la novia ya se anticipó al gusto de muchas otras princesas optando por Valentino para diseñar su traje nupcial. El encaje siempre es un must para el italiano.
Joaquín de Dinamarca y Alexandra Manley
El menor de los dos hijos de Margarita de Dinamarca se casó con Alexandra Manley, una joven de origen chino, el 18 de noviembre de 1995, en el palacio de Frederiksborg. El modelo de la novia fue muy alabado en su momento y fue obra de Jorgen Bender, el diseñador de la Reina. Estaba confeccionado con seda italiana, sobresaliendo la parte superior con el cuello subido. Además, tenía un ribete realizado con 8.900 perlas. La tiara de diamantesde la reina Alexandrine sujetaba su velo. La pareja tuvo dos hijos, pero se separó en 2005. Y Joaquín volvió a enamorarse... y a casarse.
… Y con Marie Cavallier
El 24 de mayo de 2008 el príncipe celebró sus segundas nupcias con la francesa Marie Cavallier, y fue en el municipio de Tonder, en la península de Jutlandia. La joven no se salió del canon de princesa romántica con amplia falda y mangas de encaje de la firma suizo-española Arasa Morelli.
Alexandra Sayn-Wittgenstein-Berleburg
Alexandra Sayn-Wittgenstein-Berleburg es la mayor de los tres hijos de la princesa Benedicta, sobrina de la Reina Margarita. Se casó el 6 de junio de 1998 en el palacio de Grasten con el Conde Jefferson y para ello eligió a un diseñador danés con mucha solera, Jorgen Bender, el mismo que vistió en sus bodas a su tías la Reina Margarita y Ana María de Grecia, y a su propia madre. El traje consitía en un sobrio modelo de dos faldas acampañadas superpuestas y rematado con volantes en las mangas. También llevó la tiara Khedive, prestada por su tía Ana María.
Matilde de Bélgica
El 4 de diciembre de 1999 el entonces príncipe heredero Felipe de Bélgica y la joven belga Matilde d'Udekem se daban el "sí, quiero" en la catedral de Bruselas. La dulce Matilde lució un vestido abrigo con la solapa alzada obra de Natan, firma a la que continúa muy ligada (y que recordaba años antes al de nuestra Letizia). El velo lo llevó su suegra la Reina Paola en su boda con el Rey Alberto.
Lady Helen Windsor y Thimothy Verner Taylor
Lady Helen Windsor es hija de los Duques de Kent, primos de la Reina Isabel. La joven se casó con el marchante de arte Thimothy Verner Taylor el 18 de julio de 1992, y también fue en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. La novio deslumbró con un traje diseñado por Catherine Walker, quien vistió en numerosas ocasiones a Lady Di, que estaba inspirado en la arquitectura del histórico lugar. Actualmente ella ocupa el puesto 41 en la línea de sucesión al Trono británico.
Mary de Dinamarca
El príncipe Heredero de Dinamarca se unió a la abogada australiana Mary Donaldson el 14 de mayo de 2004, en la catedral de Copenhague. La novia eligió a un modisto danés, Uffe Frank, discípulo de Armani, quien le hizo un vestido con larga cola en satén color perla, manga francesa y escote barco subido. El velo de encaje tenía más de 100 años y pertenecía a Margarita de Suecia, bisabuela de Federico. La diadema era un regalo de la Reina Margarita y el Príncipe Henrik.
Letizia Ortiz
Aquel esperadísimo 22 de mayo de 2004, Felipe y Letizia, entonces príncipes, se dieron el "sí, quiero". Letizia apostó por uno de nuestros diseñadores más veteranos, Pertegaz, ya en la noventena, quien concibió para ella un vestido con cuello subido y delicados bordados. Fue la última gran creación de todo un maestro de la costura. La tiara helénica, que también había llevado la Reina Sofía en su boda con Don Juan Carlos, brilló en lo alto.
Máxima de Holanda
Este es otro de los vestidos de novia más inolvidables. La argentina Máxima Zorreguieta entraba por la puerta grande junto al entonces príncipe Guillermo de Holanda, con quien contrajo matrimonio en Ámsterdam el 2 de febrero de 2002. Valentino siguió reinando en la realeza europea diseñando para la novia un vestido con cuello chimenea, manga francesa, fajín y cola de cinco metros. La tiara de Estrellas realzaba el tono romántico de esta boda, en la que Máxima vertió dulces lágrimas por la no asistencia de su padre, pero que luego supo ganarse el corazón de su pueblo.
Friso de Holanda y Mabel Wisse
Si hay un vestido de novia original es este. Además de controvertido. Y es que esta creación de Viktor&Rolf, los daneses luego convertidos en un icono de modernidad, no es para todos los públicos. Lo más llamativo era su diseño hecho a base de una red de lazos, 248 en total, que llegaban en diferentes tamaños, de menor a mayor, hasta el remate de la cola. El 24 de abril de 2004 se casó con Friso de Holanda, hijo de la Reina Beatriz, quien fallecería en 2013 a consecuencia de un accidente de esquí.
Marta Luisa de Noruega
Tan atípica como los propios novios fue su boda, celebrada el 24 de mayo de 2002. La princesa no dudó en elegir a una de sus diseñadoras favoritas, y amiga, la noruega Wenche Lyche. Su vestido estaba confeccionado en crêpe de seda y su escote delantero y la espalda reproducían la forma de los arcos góticos de la catedral de Nidaros, donde se casaron. El sobreabrigo, bordado con cristales Swarovski, daba la idea de princesa de cuento que tanto le gusta a Marta Luisa. La hija del Rey Harald de Noruega y el controvertido escritor Ari Behn se separaron en 2016.
Mette-Marit de Noruega
Mette-Marit entró con polémica en la realeza noruega por su pasado "salvaje", que incluía un hijo de soltera, pero el tiempo le ha dado la razón. Su boda con el heredero Haakon no fue flor de un día. En su boda, que tuvo lugar el 25 de agosto de 2001, en la catedral de Oslo, la joven resplandeció con un modelo de aire medieval con escote cuadrado, realizado por el modisto noruego Ove Harder Finseth, e inspirado en el que se puso la Reina Maud, bisabuela de Haakon, en su boda con el rey Haakon VII. El ramo fue el elemento más original, ya que se trataba de una larga guirnalda elaborada con hojas verdes y distintas flores.
Clotilde de Saboya
Emanuel Filiberto de Saboya contrajo matrimonio con la actriz francesa Clotilde Courau, quien destiló glamour con un vestido de Valentino, en su enlace el 25 de septiembre de 2003, en Roma. Tres meses más tarde vendría al mundo la primera de sus dos hijas.
Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik
El primo del Rey Felipe y Tatiana Blatnik se casaron en la isla griega de Spetses, refugio habitual de la Familia Real griega. La novia se envolvió en encaje de la mano del venezolano Ángel Sánchez y volvió a lucir la tiara corsario, que años antes se puso Marie Chantal Miller.
Luis de Luxemburgo y Tessy Antony
El hijo de Enrique y María Teresa de Luxemburgo se casó con Tessy Antony, una exsoldado a la que conoció en Kosovo, siendo ambos apenas unos veinteañeros. Su boda se celebró el 26 de septiembre de 2006 en la iglesia de Gilsdorf, y su hija Gabriel había nacido en marzo de ese mismo año. La novia escogió un vestido palabra de honor de Pronovias, con el pelo suelto y un largo velo.
Guillermo de Luxemburgo y Stéphanie de Lannoy
El Heredero del Ducado de Luxemburgo se casó con la aristócrata Stéphanie de Lannoy el 20 de octubre de 2012 en la catedral de Santa María de Luxemburgo. La novia sorprendió con un look a lo estrella de Hollywood obra de Elie Saab. El traje, confeccionado con diferentes encajes, organza, tul y crêpe de seda, llevaba una voluminosa falda e iba bordado con lentejuelas y cristales transparentes con hilo bordado cubierto de plata. Se emplearon 3.200 horas de trabajo para los bordados y 700 horas de costura, según las crónicas, en manos de diez costureras y quince bordadoras. Su diadema pertenecía a la familia Lannoy.
Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher
Félix, el segundo de los cinco hijos de los Grandes Duques de Luxemburgo, vivió un día de ensueño junto a Claire Lademacher, quien se convirtió en su esposa por la Iglesia el 21 de septiembre de 2013, después de haber celebrado su boda civil, en una romántica ceremonia en el pueblo de Saint-Maxim Baume, en la Provenza francesa. La novia deslumbró con un elaboradísimo traje de Elie Saab con encaje y transparencias. Su tiara fue la floral de diamantes cedida por su suegra, María Teresa de Luxemburgo.
Victoria de Suecia
La Heredera sueca cumplió su sueño al contraer matrimonio con su gran amor, Daniel Westling, quien había sido su entrenador personal. Ese día, el 19 de junio de 2010, no podía estar más radiante gracias al diseñador Pär Engsheden, envuelta en seda duquesa de blanco refulgente, con escote barco y la cintura marcada con fajín. La cola medía cinco metros de largo e iba sujeta a la cintura. Por último, la Tiara de los Camafeos, montada en oro con perlas y siete camafeos, con la que también se había casado su madre, la Reina Silvida, en 1976.
Magdalena de Suecia
El 8 de junio de 2013 la menor de los tres hijos de los Reyes de Suecia se casó con Chris O'Neill. Y también eligió a Valentino, quien aunque ya retirado de las pasarelas, sigue ocupándose de estos encargos tan especiales. Para la bella Magdalena creó un romántico diseño de organza en seda plisada con encaje Chantilly, con escote bargo y manga corta, y la falda rematada en un volante. La cola medía cuatro metros, sobre la cual reposaba el largo velo. En la corona, la llamada Diadema del Rey Gustavo, que este regaló a su esposa en su décimo aniversario, llevaba prendidas flores de mirto, siguiendo una antigua tradición.
Sofía de Suecia
El príncipe Carlos Felipe se casó con Sofía Hellqvist el 13 de junio de 2015 en la Capilla del Palacio Real de Estocolmo. La novia siguió la senda de otras famosas novias reales como Kate Middleton con un diseño de la sueca Ida Sjöstedt. La nota curiosa es que el tejido bordado de encaje procedía del español José María Ruiz. La tiara era un regalo de sus suegros, los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.
Charlène de Mónaco
Alberto de Mónaco por fin decía adiós a su soltería de oro el 2 de julio de 2011. El maestro italiano Armani fue el encargado de vestir a la novia, quien no defraudó con este impoluto traje recto confeccionado en seda duquesa, en el que resaltaban los bordados en la parte frontal y la cola con piedras doradas, cristales de Swarovski y madreperlas. El escote barco cruzado fue todo un acierto para la complexión atlética de la exnadadora sudafricana. Charlène no llevó tiara, a diferencia del resto de novia reales.
Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi
El hijo de Carolina de Mónaco formaba la pareja perfecta junto a la italiana Beatrice Borromeo, su novia de siempre, con la que se casó por la Iglesia el 1 de agosto de 2015, en una romántica boda celebrada en una isla privada de la familia Borromeo, al norte de Italia. Beatrice no decepcionó de Armani Privé, realizado en encaje de Chantilly, con mangas francesas y cuello redondo. El pelo hacia atrás recogido en un moño la convertían en una nueva versión de Grace Kelly, abuela de su marido. Para su boda civil escogió un modelo de... ¡Valentino!
Amadeo de Bélgica y Lili Rosboch
El mayor de los cinco hijos de Astrid de Bélgica, hija de los reyes eméritos Alberto y Paola de Bélgica, se casó en Roma el 5 de julio de 2014 con la periodista italiana Elisabetta Maria Rosboch. El vestido de la joven era de una delicadeza absoluta y obra del imperecedero Valentino. El príncipe renunció posteriormente a sus derechos dinásticos.
Natalia de Dinamarca
Hija de la princesa Benedicta de Dinamarca, y por tanto sobrina de la Reina Margarita, celebró su boda con Alexander Johannsmann el 18 de junio de 2011, en la localidad alemana de Bad Berleburg. La novia destacó con un elegante vestido del danés Henrik Hvlid, la tiara "Khedive" de brillantes de Cartier, que data de 1904, y el velo de su bisabuela materna Margarita de Connaught, regalo de un príncipe de Egipto que después han llevado todas sus descendientes femeninas en sus bodas. La pareja se había casado por lo divil el año anterior, e incluso ya tenían un hijo, Konstantin, nacido en julio de 2010, quien por supuesto acudió al enlace de sus padres.
Ernesto Augusto de Hannover y Ekaterina Malysheva
El enlace del mayor de los hijos de Ernesto de Hannover con la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva vino precedido por la difícil relación del joven con su padre, quien finalmente no asistió a su boda, celebrada el 8 de julio de 2017 en la Iglesia del Mercado de Hannover. La bella novia eligió a su amiga y colega la libanesa Sandra Mansur para vestirla, y deslumbró con un modelo muy fiel a sus raíces junto a la histórica tiara floral de la Casa Hannover.
Sassa de Osma
Christian de Hannover y Sassa de Osma contrajeron matrimonio el pasado 16 de marzo en Lima (Perú), de donde es originaria la novia. La joven, considerada toda una it girl, eligió para este importante día a un diseñador español: Jorge Vázquez. Un modelo clásico con cuerpo y falda de encaje y larga cola, inspirado en Grace Kelly. Además llevó la tiara floral de la familia Hannover.