Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda se encuentran de viaje oficial en Suecia. Ambos sostienen unas relaciones más que cordiales con la monarquía escandinava, tanto por cercanía geográfica como sentimental. Y así lo están dejando ver durante todos los actos programados. Anoche tuvo lugar un concierto de gala en el que hubo una gran estrella... y no es la que quizás esperamos. Por una vez, la soberana no fue la protagonista (al menos en cuestión de estilo) y el foco se lo 'robó' la propia princesa Victoria...
La cita estaba auspiciada por los invitados, que quisieron honrar a sus anfitriones con una velada musical, celebrada en el Concert Hall de Estocolmo. A la cita acudieron los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia y sus dos hijos mayores, la princesa Victoria, con su esposo, Daniel Westling; y el príncipe Carlos Felipe, con su mujer, la princesa Sofia. La heredera sueca rápidamente acaparó las miradas en la noche eligiendo un espectacular vestido blanco.
Victoria iba de largo, como el resto de las damas, con un diseño de corte minimal, pero con un toque muy original gracias al escote capa adornado con plumas. Este elemento le daba la sofisticación clave para triunfar como una estrella. Los complementos en negro y las joyas de perla, que dejaba ver con un moño bajo con raya al medio, pusieron el remate perfecto a un look inolvidable.
Y eso que las otras 'royals' se lo pusieron difícil. Tanto su cuñada, con un glamouroso vestido brillante de Ida Lanto (y plumas también, aunque solo en los pendientes), como la reina Máxima, quien en esta ocasión decidió reciclar un vestido con transparencias y modernas ondulaciones en el tejido de Iris Van Herpen. Pero solo la princesa Victoria se llevó la matrícula de honor.
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