Las locas corbatas de Alberto de Mónaco para celebrar su 65 cumpleaños

Alberto de Mónaco ha cumplido 65 años el 14 de marzo y ahora sabemos cómo lo ha celebrado. Rodeado por su familia: su esposa, la princesa Charlène, y sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella. El soberano ha disfrutado de una entrañable jornada en la que no le han faltado felicitaciones, regalos y hasta una salida al teatro para ver una obra creada en exclusiva para ellos. Pero ha habido un detalle en especial que no nos ha pasado inadvertido: las corbatas que el monarca ha lucido para la ocasión.

Así lo ha confirmado el Palacio Grimaldi, que además aporta los testimonios gráficos del cumpleaños real. Al mediodía, en el momento del Cambio de Guardia en la Plaza del Palacio, la Orquesta del Príncipe de los Carabineros interpretó para el monarca el Feliz Cumpleaños. Un momento muy simpático para el que Alberto salió al balcón del palacio, flanqueado por sus dos pequeños. En ese momento llamó la atención que su esposa no se asomase.Según informan desde palacio, el príncipe Alberto almorzó en la intimidad con su esposa y sus hijos. Y ya por la noche, los pequeños invitaron a sus padres a una actuación teatral titulada "La bruja del armario de la escoba", creada especialmente para la ocasión. Una obra dirigida e interpretada por Antéa Sogno y su grupo de comediantes, con los que los Grimaldi posaron al término de la función.

Jacques y Gabriella, de ocho años, sonreían a cámara encantados y con unos animalitos de peluche en sus manos. Por detrás se veía a su madre, una Charlène muy relajada vestida con unos modernos pantalones cargo; y a su padre, el príncipe Alberto, cuya colorida corbata destacaba en el conjunto. Se trataba de un diseño con globos y otros elementos propios de una fiesta infantil. Ya por la mañana, cuando apareció en el balcón, reparamos en otra corbata bastante singular: en esa ocasión tenía motivos de cómic.

En definitiva, dos accesorios bastante 'locos' para el gusto normalmente austero en el vestir de Alberto de Mónaco. O mucho nos equivocamos o han sido un regalito especial de sus hijos. Con ello el soberano, que se le cae la baba con ellos, también demuestra tener un buen sentido del humor. Recién llegado a los 65 (sin atisbo de jubilación), todavía conserva un lado juguetón que le mantiene joven.