Meghan Markle ha protagonizado uno de los momentos más emotivos de la jornada en el último adiós a Isabel II

Meghan Markle llegaba a la abadía de Westminster acompañada de Sofía de Wessex, la mujer del príncipe Eduardo. La duquesa de Sussex, impecable con un vestido capa de Stella McCartney y un tocado de Stephen Jones para Dior, ha protagonizado uno de los momentos más emotivos de la jornada fúnebre al derrumbarse en el último viaje de Isabel II hasta Buckingham, donde comenzaría un nuevo traslado hasta Windsor. Tras la ceremonia religiosa, donde Harry y Meghan han estado sentados en segunda fila, se han desplazado hasta Wellington Arch, en Hyde Park Corner, a través de un cortejo fúnebre al que han acudido numerosos miembros de la familia real británica.

Meghan Markle
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Pero antes de ese momento, durante la salida de los restos mortales de Isabel II, Meghan Markle no ha podido evitar emocionarse. Se puede ver en la imagen que hay sobre estas líneas, como la duquesa de Sussex se ve obligada a limpiarse su ojo derecho mientras le caía una lágrima. A pesar de que durante los últimos años la relación entre los duques de Sussex ha sido muy tensa con la Reina y el resto de miembros de la familia real británica, Meghan Markle ha demostrado el dolor tras la muerte de Isabel II. La duquesa de Sussex se rompía a llorar mientras que estaba delante el féretro de la soberana.

Meghan Markle se rompe delante de Kate Middleton y Camilla

Un momento único en el que se encontraba junto a la reina consorte, Camilla, Kate Middleton y sus dos hijos mayores, los príncipes George y Charlotte. La presión ha podido con ella, ya que a la pérdida de la abuela de su marido se han unido muchos momentos incómodos a lo largo de estos últimos días. Esto ha provocado que Meghan estallase y no pudiera evitar derrumbarse ante los restos mortales de la soberana.

Las lágrimas de Meghan Markle en el funeral de Isabel II que han pasado desapercibidas
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No ha sido la única de la familia real británica quien ha demostrado su dolor durante esta jornada fúnebre. Durante el servicio religioso, el Rey Carlos III no ha podido evitar derrumbarse y derramar lágrimas en la abadía de Westminster. Incluso también Charlotte de Gales. La hija de los príncipes de Gales también se rompía a llorar a su llegada a la ceremonia religiosa, ya que era consciente de la importancia de un acto de tal envergadura y del valor también de la figura de su bisabuela, con quien ha estado muy unida durante sus siete años. Las nietas de la soberana, Eugenia y Beatriz de York, intentaban calmarse en estos momentos tan difíciles pero tampoco ha sido fácil y también las hemos visto muy emocionadas a su salida de la abadía de Westminster. Se han vivido momentos de mucha emoción para todos.