Por primera vez en 59 años, la reina Isabel de Inglaterra ha faltado en la solemne apertura del Parlamento en el palacio de Westminster de Londres. Buckingham informaba de los problemas de movilidad de la soberana, de 96 años, como causa de su ausencia en uno de los actos más importantes del año, añadiendo que la recomendación médica la ha aceptado "a regañadientes".
El año pasado la reina Isabel sacó fuerzas de flaqueza para acudir a esta ceremonia, pese a la reciente pérdida de su esposo, Felipe de Edimburgo. Pero esta vez lo ha dejado todo en manos de otros miembros de la familia Windsor y sus mejores escuderos han sido su heredero, el príncipe Carlos, acompañado por su esposa, Camilla de Cornualles, y el príncipe Guillermo.
Vestidos acordes con el histórico ceremonial, que comienza con la gran pieza de las Joyas de la Corona presidiendo el desfile hasta la sala de la Cámara de los Lores, los tres han ejercido a la perfección como 'suplentes' de la anciana soberana. Pero en sus gestos no podían evitar la tristeza por su ausencia.
De todas las imágenes que ha dejado la jornada, una de las más llamativas ha sido la de la corona reposando en una mesa en el lugar que habitualmente ha ocupado siempre la reina Isabel. Justo al lado estaba el príncipe Carlos.
Este ya había asistido a otras ceremonias desde este mismo espacio, en calidad de heredero, y el año pasado le vimos ahí tras la muerte de su padre, el duque de Edimburgo. Lógicamente no puede colocarse en el histórico sillón del trono, puesto que no es el monarca reinante.
Este año ha sido el príncipe Carlos el que se ha encargado de leer el tradicional discurso en nombre de su madre, la reina. La monarca no ha delegado más funciones que esta.
El príncipe Guillermo se ha sentado en el lado opuesto de su padre, en un nivel del estrado más bajo, y hemos observado su rostro circunspecto durante gran parte de la ceremonia.
El joven es el segundo en la línea de sucesión al trono, justo después de su padre, y está llamado a ser el futuro rey de Inglaterra. De hecho, su presencia pública y sus labores institucionales son cada día más relevantes, acompañado en todo ello por su esposa, Kate Middleton.
El duque de Cambridge se siente muy unido a su abuela, tanto que está pensando en mudarse con su familia a otra residencia muy cerca de Windsor para estar más cerca de ella.
La duquesa de Cornualles también ha acudido a esta cita, para lo cual ha elegido un clásico traje con abrigo en azul marino con bordados blancos y tocada con un sombrero. Como ya sabemos, Camilla tendrá el rango de "reina consorte" cuando su esposo ascienda al trono, por expreso deseo de su suegra, la reina Isabel.
Durante su largo reinado de siete décadas, que celebra este año con el Jubileo de Platino, la reina Isabel solo ha faltado a esta cita en otras dos ocasiones, en 1959 y en 1963, coincidiendo con sus dos últimos embarazos del príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.
Esta es la tercera que se pierde. Se trata de una de sus citas fijas del calendario oficial, pero esta vez ha tenido que seguirla desde su nueva residencia oficial en el Castillo de Windsor.