La Reina Isabel es una mujer recta que públicamente no ha tenido un mal gesto para nadie. Cuando en 1997 Tony Blair dejó a la Casa Real Británica sin el Royal Yatch Britannia como una de las medidas para recortar gastos públicos es más que probable que a la monarca no le sentase bien, pero si fue así nunca lo manifestó. Quien sí lo hizo, y de manera nada sutil, fue Donald Glover, un vicealmirante de la Marina Británica que ahorró cerca de 50 millones de libras durante su vida con un único fin: reemplazar el yate en el que, durante años, Isabel II y su familia disfrutaron del mar.
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15 Dic, 2019 a las 9:33 PST
Glover falleció el pasado mes de septiembre y ha sido ahora cuando se ha conocido que el marino dejó a la Reina de Inglaterra toda su fortuna, pero eso sí, con una condición: que fuera utilizada para adquirir un nuevo yate. La estrecha relación entre el nuevo benefactor póstumo y los Windsor viene de largo y fue debido a su papel dentro de la Marina, ya que tanto el Duque de Edimburgo como los Príncipes Carlos y Andrés mantienen un importante vínculo con el ejército marítimo.
Todavía no hay información acerca de si desde Buckingham Palace se ha aceptado el 'regalo', pero de ser afirmativo solo podría haber un destino para esos 50 millones de libras y de ser así podríamos ver próximamente a Harry, Meghan, William y Kate y compañía a bordo de un nuevo barco de ensueño en el que disfrutar de sus vacaciones.