La gala en memoria del duque de Edimburgo, quien falleció hace casi un año, se ha celebrado este lunes en Londres. Letizia y Felipe han asistido.
La ceremonia en recuerdo del duque de Edimburgo despertaba ciertas dudas, sin embargo, todas se han resuelto este martes. Presencias, ausencias y encuentros reales son solo algunas anécdotas que deja esta cita en la Abadía de Westminster, donde se ha rendido homenaje a Felipe de Edimburgo, marido de la Reina Isabel. Casi un año después de su fallecimiento a los 99 años de edad, lo cierto es que ha asistido un ramillete de miembros de la realeza entre los que se encontraba, la Reina Letizia y el Rey Felipe. Este último tenía una relación muy especial con el duque, tanto es así que tras su muerte se refirió públicamente a él como "mi querido tío Felipe", palabras que evidenciaban su fantástica relación.
Además de los monarcas españoles, también se han desplazado hasta Londres otros como Suecia, Países Bajos o Dinamarca. Otros como Harald V de Noruega han declinado la invitación por cuestiones sanitarias y es que ha contraído coronavirus, lo que le hacía imposible este viaje tan señalado. A las 11.30 horas de la mañana ha comenzado este servicio religioso, el cual se ha hecho por "su contribución a la vida pública y su firme apoyo a las más de 700 organizaciones benéficas con las que estuvo asociado a lo largo de su vida". Cabe destacar la presencia de algunos como Máxima de Holanda, Silvia de Suecia o Kate Middleton, entre otros miembros de casas reales.
Nada que ver con el funeral de Estado que se celebró hace 12 meses, pues solo acudieron 30 personas por culpa de la pandemia. En esta ocasión, se esperaban más de 500 asistentes, cifra que se ajusta a una misa de este calibre. Entre otros, la Reina Isabel, quien hasta el último momento no se sabía si acudiría debido a su delicado estado de salud. La jefa del estado británico había cancelado varios actos públicos en los días previos, por lo que estos días se ha especulado acerca de su asistencia.
La despedida de don Felipe
El Rey Felipe se mostró muy afligido tras la muerte de Felipe de Edimburgo, por lo que esta cita no era una obligación en su agenda real, sino un gesto que él quería tener con él. "Nos entristeció profundamente saber del fallecimiento de nuestro querido tío Philip. Nunca olvidaremos los momentos que compartimos con él y el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido a tu lado", dijo en una carta enviada a la Reina.