La muerte del duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel, el pasado 9 de abril, a los 99 años, ha dejado un enorme vacío en la vida de todos los Windsor. Y también ha dejado al descubierto las tensiones desencadenadas a raíz de la marcha del príncipe Harry y su esposa de la realeza británica. Se ha especulado mucho sobre cómo será el reencuentro entre los hermanos, después de más de un año sin verse cara a cara, y ahora tenemos algunas respuestas.
TODO PREPARADO PARA EL FUNERAL EN WINDSOR
Los preparativos del funeral de su abuelo se han cerrado durante toda esta semana. Ahora todo está listo. Será mañana, 17 de abril, a las 3 de la tarde, cuando se celebren sus exequias en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, con la asistencia de un reducido grupo de familiares debido a las restricciones por la pandemia (hasta 30 personas). A la cabeza, por supuesto, la reina Isabel. Y luego sus hijos y algunos de sus nietos, entre otros parientes del difunto. El foco, no obstante, estará puesto en los hijos del príncipe Carlos y Diana de Gales.
El palacio de Buckingham ya ha comunicado los nombres de todos los asistentes y el lugar que ocuparán en todo el ceremonial, tanto en el solemne cortejo tras el féretro del duque como dentro de la iglesia. Lo que se ve llama poderosamente la atención: Guillermo y Harry no estarán juntos en ningún momento. Ni codo con codo ni hombro con hombro. Siempre habrá otra persona que se interponga entre ellos dos.
La interpretación de todo esto es evidente: su relación está en un punto frío, gélido. A pesar de que se ha publicado que los hermanos han hablado por teléfono estos días (gracias a la mediación de Kate Middleton), mientras el príncipe Harry cumplía su preceptiva cuarentena en la residencia de Frogmore Cottage (Windsor) tras haber viajado desde Los Ángeles, el 'acercamiento' todavía está lejos de fructificar. Tanto en lo sentimental como (ahora ya lo sabemos) físicamente hablando.
LA COMITIVA ENCABEZADA POR EL PRÍNCIPE CARLOS Y LA PRINCESA ANA
Según los planes para el funeral, la comitiva fúnebre marchará desde el castillo de Windsor hasta la capilla (alrededor de 8 minutos de trayecto) y estará encabezada por el príncipe Carlos y su hermana, la princesa Ana. Tras ellos, los otros hijos del fallecido: el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo. A continuación, tres de sus nietos: el príncipe Guillermo, Peter Phillips y el príncipe Harry. El hijo mayor de la princesa Ana caminará en medio de ellos y será el 'muro' entre los hermanos; de hecho, la suya es la única fila de la procesión con tres personas. Por último, se sitúan el conde de Snowdon (hijo de la princesa Margarita, sobrino de la reina Isabel) y Tim Laurence, marido de la princesa Ana. La soberana cerrará la comitiva en su coche Bentley oficial.
Posteriormente, para realizar su entrada en la capilla todos ellos caminarán en una fila doble. Guillermo estará alineado con su primo Peter Phillips, mientras que Harry se colocará por detrás de este. Una vez llegado el momento de tomar asiento, los hermanos también lo harán por separado. La reina Isabel se sentará sola y con mascarilla para evitar posibles riesgos.
Ninguno de los caballeros lucirá el uniforme militar. Una decisión que se ha visto obligada a tomar la monarca para no herir los sentimientos del príncipe Harry (a quien le ha retirado sus títulos militares tras el Megxit) y del príncipe Andrés, quien había solicitado utilizar el uniforme de almirante. La implicación de su hijo en el asunto del pedófilo Jeffrey Epstein y su consiguiente retirada de la vida pública lo desaconsejaba. Así pues, todos con un sobrio traje de luto.
La disposición de Guillermo y Harry por separado se valora como una oportunidad perdida para los Windsor de mostrar su unidad en estos difíciles momentos. Sea como sea, mañana todos darán su último adiós a uno de los miembros fundamentales de la familia y el gran amor de la reina Isabel.