La Reina Isabel II era una de las mujeres más ricas de todo el mundo. Así lo aseguraba la lista de FORBES, que el pasado año estimó que su patrimonio neto estaba tasado en unos 500 millones de euros. Era la monarca más longeva del mundo, sabía organizar sus finanzas y tenía muchas propiedades que, a continuación, analizamos, ya que su herencia, previsiblemente, como las del común de los mortales. Además de inmuebles, poseía colecciones de arte, de sellos, numerosas joyas, negocios y dinero en metálico, bienes que irán a parar a sus familiares. En concreto, será su hijo Carlos III, quien reciba el patrimonio ligado a la corona libre de impuestos y en lo que respecta a su fortuna privada puede ir a parar a cualquiera, un reparto que ella estableció antes de su fallecimiento y que se llevará en secreto.
La reina de Inglaterra no estaba obligada a revelar sus financias privadas, pero no ha podido evitar que salga a la luz su herencia. Además del Ducado de Cornualles, que en su día hizo multimillonario a Carlos de Inglaterra, está el Ducado de Lancaster, que está compuesto en bienes y negocios valorados en 750 millones de euros. Con el dinero que se generaba con todos ellos, la Reina mantenía a toda la familia que estuviera en activo, entre otros, a sus hijos y a su marido, Felipe de Edimburgo. Carlos, del mismo modo, lo hacía con el ducado de Cornualles, siendo el dinero sobrante lo que volvía a sus bolsillos.
Cabe señalar que a finales de marzo de 2022, seis meses antes de su muerte, el ducado dio un beneficio de más de 24 millones de euros, ingresos que reflejan lo bien que marchaba su economía. A esto hay que sumar sus mansiones, por ejemplo, el Castillo de Balmoral, su residencia de verano y donde finalmente falleció el pasado 6 de septiembre o el palacio de Sadringham, los cuales pasan a manos de su hijo Carlos. Así como coches de lujo, la colección de arte o la de sellos, aunque estas dos últimas son muy llamativas y necesitan casi un capítulo aparte.
Comencemos por su colección de arte, que es privada y que incluye piezas de Da Vinci o Rembrandt, entre otros. Tiene auténticos tesoros pictóricos y está compuesta por pinturas, acuarelas, dibujos, fotografías e incluso tapice, que según se han estimado, superan los 12.000 millones de euros. Un patrimonio que se amplia con sus joyas, las cuales se espera que vayan a parar a Camilla o Kate Middleton, entre otras, y que también supone una importante cantidad de dinero. Al igual que los sellos, que la ya fallecida Majestad heredó de la Reina Madre cuando ella murió en el año 2002.
Por otro lado, hay que sumar los animales que poseía. Aunque pueda sorprender a muchos, Isabel II tenía 32.000 cisnes, más de 100 caballos, delfines, ballenas y demás animales marinos de los que podría encargarse el nuevo rey a partir de ahora. La monarquía británica , por su parte, se analizó el pasado año y se estimó que en activos inmobiliarios tenía más de 27.000 millones de euros. Hablamos del Crown Estate, un conjunto de tierras y posesiones fijado en 19.466 euros, el Palacio de Buckingham, valorado en casi 5.000, el Ducado de Cornualles en más de 1.200 y el Palacio de Kesington en 627, entre otros. No se pueden vender.