Los acontecimientos se han ido desencadenando fatalmente tras la entrevista concedida por el príncipe Andrés el pasado sábado en la BBC. En la misma pretendía aclarar sus relaciones peligrosas con el millonario Jeffrey Epstein, condenado por abusos sexuales, que se suicidó el pasado agosto estando en prisión; y las acusaciones de Virginia Roberts en las que asegura que el duque de York abusó de ella siendo menor de edad. La jugada salió muy mal, hasta el punto de ser calificada como un "accidente de coche" por la prensa británica. Y es que sus tibias respuestas y las dudas sobre su actuación han levantado otra polémica aún más grande. Finalmente, ayer por la tarde, se emitía un comunicado en el que Andrés de Inglaterra anunciaba su "retirada" de la vida pública. Justo cuando su madre, la reina Isabel, aparecía en un acto oficial...
La aparición de la reina Isabel tras la decisión
La soberana entregaba el premio Chatham House Prize al periodista y naturalista Sir David Attenborough y la sección de Historia Natural de los BBC Studios, que tuvo lugar en el Instituto Real de Asuntos Internacionales de Londres.
La sonrisa de la soberana
Vestida con un traje de tweed, sus imprescindibles guantes y bolso de señora, la reina esbozó esta sonrisa que a nadie pasó inadvertido. No es un gesto precisamente habitual en ella, que suele medir muchísimo sus emociones en público. Y más apenas unas horas después del comunicado en el que Andrés, el que se considera el 'niño de sus ojos' de siempre, ahondaba en su desgracia por una trama de escándalos sexuales.
La reina convocó a su hijo a Buckingham
Según la prensa británica, la reina convocó al príncipe Andrés al palacio de Buckingham para gestionar el delicado asunto. Hasta ahora la Casa Real le había apoyado sin fisuras llegando a emitir un comunicado exculpatorio. Allí la soberana, en conjunción con el príncipe Carlos, su heredero, quien se encuentra con Camilla de viaje oficial en Nueva Zelanda, acordaron la decisión de la "retirada" del duque de York.
El comunicado de Andrés de Inglaterra
En este documento, Andrés de Inglaterra asegura que, dada la "ruptura en el trabajo de la familia" que ha causado su relación con el financiero, "he pedido a Su Majestad si puedo retirarme de mis obligaciones públicas para el futuro, y ella me ha dado permiso". Añadiendo que "continúo lamentando mi relación con Jeffrey Epstein. Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin responder, particularmente para sus víctimas, y empatizo profundamente con cualquiera que se haya visto afectado y desee cerrarlo. Solo espero que con el tiempo sean capaces de reconstruir sus vidas. Por supuesto, colaboraré con la ley en sus investigaciones, si así lo requiere".
Las consecuencias de su desastrosa entrevista
Las declaraciones ofrecidas en el programa Newsnight de la BBC, ante la periodista Emily Maitlis, solo consiguieron arrojar más dudas sobre su implicación en la red de tráfico sexual del magnate estadounidense. Desde entonces, más de 20 empresas y fundaciones benéficas con las que colaboraba le han ido retirando su apoyo y prescindiendo de sus servicios.
Las contradicciones del príncipe
Una de las incongruencias en las que se le ha pillado se refieren a que él no se alojó en la mansión de Epstein durante un viaje a Nueva York, en 2001, donde habría mantenido relaciones íntimas con la mencionada joven. Según su testimonio, estuvo en la casa del cónsul británico en Manhattan. Pero esto lo ha negado...
Mantuvo su amistad con Epstein pese a su condena por abusos
Esta fotografía, tomada en 2010 mientras daban un paseo por Central Park, cuando el magnate había salido de prisión por su condena de abusos sexuales, puso de nuevo en entredicho a Andrés, que se supone que había roto su amistad con él en 2006. Esto le llevó a afirmar durante la desafortunada entrevista: "Fue un error. No estuve a la altura de lo que se espera de un miembro de la Familia Real".
Andrés probablemente tendrá que viajar para declarar ante el FBI
Otra de las consecuencias a raíz de su entrevista es que el príncipe posiblemente tendrá que viajar a Estados Unidos para declarar ante los agentes del FBI que están investigando el caso Epstein. Así lo están solicitando los abogados de las víctimas.
La reina Isabel le retira su asignación oficial
Otra es que la reina Isabel le quitará su asignación anual de alrededor de 290.000 euros. Y es previsible que los patronatos y organizaciones solidarias que presidía Andrés se repartan entre el resto de miembros activos de la Familia Real. Hay que recordar que el príncipe es el octavo en la línea de sucesión al Trono británico.
La decisión coincidía con el 72 aniversario de boda de la reina
En un giro aún más curioso de la situación, la retirada del príncipe Andrés se producía justamente el día en el que se cumplía el 72 aniversario de boda de la reina Isabel con Felipe de Edimburgo. La soberana recibió muchas felicitaciones por ello, pero la efeméride no dejaba de ser algo amarga. Su marido, de 98 años, se retiró de sus actividades públicas en el verano de 2017.
El nuevo 'annus horribilis' de la reina Isabel
Ya se apunta este 2019 como otro 'annus horribilis' para los Windsor. El primero fue en 1992, cuando se separaron Carlos y Diana de Gales, y el propio Andrés de Sarah Ferguson, además del incendio que arrasó el Castillo de Windsor. Este año la Familia Real británica ha regresado a las primera páginas de los tabloides por otros dimes y diretes: la entrevista que dieron Harry y Meghan quejándose del acoso mediático, el enfriamiento de relaciones de estos con Guillermo y Kate, y para colmo el grave asunto en el que está inmiscuido el príncipe Andrés. La reina Isabel, de 93 años, parece fuerte como un roble y muchos interpretan como un golpe de liderazgo la decisión de 'despedir' a su hijo Andrés.