Había muchas ganas de volver a ver a los príncipes de Gales tras la publicación de las polémicas memorias del príncipe Harry. Pues la espera ha terminado. Parafraseando el título del libro en español ("En la sombra"), hoy también ellos han salido 'de la sombra'. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han reaparecido para volver al trabajo en Liverpool, donde iban a inaugurar un hospital. Tal y como se esperaba, la expectación era máxima. Y tanto la reacción de la pareja, como de las numerosas personas congregadas a sus puertas, lo dice todo.
El heredero británico y su esposa, quien lucía un bonito abrigo de tartán escocés de la firma Holland Cooper, han paseado frente a público y medios de comunicación con su mejor sonrisa. El viento agitaba la larga melena de la princesa (por cierto, con los pendientes de zafiros que pertenecieron a Diana de Gales) y ambos saludaban con la mano mostrándose simpáticos, cercanos... Entonces los periodistas han empezado a lanzar preguntas al aire. "Señor, ¿le ha dolido el libro de Harry?", ha espetado uno de ellos directamente al príncipe.
Hay sonrisas que parecen 'congeladas' y la suya podría ser una de ellas. Fieles a la estrategia mediática que está siguiendo toda la familia Windsor, ninguno de ellos ha comentado nada. Silencio total. Y sonrisas, claro. No cabe duda de que la procesión va por dentro. Después del documental de Netflix, el libro ha sido la puntilla final para alejarse de su familia.
También era la primera aparición de Kate Middleton tras cumplir 41 años, el pasado lunes 9 de enero. Los presentes han tenido la oportunidad de felicitarla en persona. Elegante y sobria con un vestido midi de punto azul marino de la firma Cefinn (225 euros), marcando cintura, bolsito de mano de Mulberry y altos tacones, la princesa ha sido recibida como si fuera una reina.
De hecho, el matrimonio se ha dado un auténtico baño de masas. Las revelaciones del príncipe Harry en su libro, "Spare" (literalmente, "el repuesto"), han revelado también a buena parte de la sociedad británica, que ante los ataques y miserias desveladas han decidido hacer un frente común con sus 'royals'. Hacía muchos años que los Windsor no tenían tan altos índices de popularidad, y en especial el propio rey Carlos III y su consorte, Camilla, la "malvada" de Harry.
De su cuñada cuenta varias escenas privadas que han levantado ampollas. En una de ellas asegura que su esposa, Meghan Markle, la llamó "cerebro de bebé", pero sin mala intención. Sin embargo Kate no se lo tomó nada bien y eso ocasionó una bronca que se extendió a Guillermo y culminó con la famosa pelea de los hermanos en la cocina y llamando "difícil", grosera" y "abrasiva" a la que todavía sigue siendo duquesa de Sussex.
Durante esta jornada se ha analizado cada gesto, movimiento y palabra de los príncipes de Gales, mientras en Buckingham se vive la peor crisis desde aquel mítico "annus horribilis" de 1992. El príncipe Guillermo y Kate Middleton dan la callada por respuesta, y parece que les está funcionando de maravilla.