El pasado sábado 28 de mayo se daban el 'sí, quiero' Mafalda de Bulgaria y Marc Abousleiman. Una boda celebrada en Mallorca que reunió a su familia y amigos, entre los que se encontraban las Infanta Elena y Cristina, Mette-Marit de Noruega y hasta la 'influencer' internacional Olivia Palermo. Sin embargo, hubo una ausencia sobresaliente: la de Kalina de Bulgaria, tía paterna de la novia.
El resto de sus tíos paternos, Kubrat y Konstantin (el mayor, Kardam, falleció en 2015) sí acudieron a la cita junto a sus respectivas esposas, Carla Royo-Villanova y María García de la Rasilla. También asistió la viuda de Kardam, Miriam Ungría. Y por supuesto, también los hijos de todos ellos. ¿Por qué entonces faltaba la pequeña y única mujer del clan?
Indagando en la cuestión no se tardó en descubrir la verdad: ni Kalina ni su esposo, el aventurero Kitín Muñoz, habían sido invitados al enlace. Así lo manifestaba el propio explorador, asegurando estar muy disgustados por la situación. Mafalda, de 27 años, es la sobrina mayor y la primera que se casa de la nueva generación.
Según la periodista Paloma Barrientos, la historia viene de lejos. Al parecer, Kalina nunca mantuvo una buena relación con su cuñada Rosario Nadal, madre de la novia y exesposa de Kyril de Bulgaria. En consecuencia, parece que tampoco su hija Mafalda habría tenido un contacto estrecho con su tía.
Mientras Kalina se ha dedicado a viajar y a vivir aventuras junto a su esposo, la joven también ha pasado años estudiando en lugares como Londres y Nueva York. Kalina y su marido han residido durante doce años en Rabat (Marruecos), justamente el país en el que ahora los recién casados están disfrutando de su luna de miel.
El hecho es que en la exclusiva lista de invitados finalmente no figuraron Kalina y su marido. Y eso que, como añade la periodista, la abuela de la novia, Margarita Gómez-Acebo, trató de mediar para que su hija fuera incluida. Ni siquiera la intercesión del patriarca, el exrey Simeón de Bulgaria, pudo hacer cambiar de opinión a los protagonistas. No pudo ser.
La princesa Kalina, de 50 años, es una de las 'royals' más especiales del mundo. No solo por su arriesgada estética, sino por su libre forma de vivir. Se casó con Kitín Muñoz en octubre de 2002 y tienen un hijo, Simeón Hassan, de 15 años. Su segundo nombre se debe al anterior rey de Marruecos, en honor al país donde han vivido y con el que guardan estrechos lazos. De hecho, el actual monarca, Mohamed VI, es padrino de su hijo.
Después de su periplo marroquí, la pareja decidió regresar a Europa y ahora reparte su tiempo entre Madrid y Bulgaria, donde ha establecido su base.
En la actualidad, el matrimonio está rodando una serie documental de 17 episodios sobre Bulgaria, financiada por la UNESCO (de la que Kitín es embajador de buena voluntad) y la cadena de televisión BNT. Además, Kalina se dedica a la hípica y a desarrollar su pasión por el arte, enfocado en el mundo de la escultura. Suelen viajar mucho a Madrid para que su hijo no pierda las raíces españolas y vea a la familia. Sin embargo, ahora sabemos que eso, al menos, no incluye a una parte de ella.