Kate Middleton fue la 'reina' absoluta en un servicio religioso previo a las navidades celebrado en la abadía de Westminster, en Londres. Junto a ella estaba, cómo no, su esposo, el príncipe Guillermo, y también una parte de la familia Windsor y de los Middleton. Hacía mucho tiempo que la familia de la duquesa de Cambridge no acudía a un evento público, y en esta ocasión lo dieron todo apoyando una cita que, además, tenía carácter benéfico.Se trataba del evento Together At Christmas (Juntos en Navidad), con el que se honraba el trabajo de los héroes de la pandemia, entre ellos responsables de la beneficiencia, profesores y voluntarios. El concierto fue grabado por la BBC para ser emitido esta Navidad.
Pero ya sabemos qué 'royals' han participado. Comandados por una impresionante Kate Middleton vestida de rojo, que estrenaba un vestido abrigo con lazo de Catherine Walker (valorado en 3.000 libras), una de sus firmas favoritas, puso el acento sentimental de su look en unos largos pendientes de zafiros que pertenecieron a la Reina Madre.
Otras damas del clan Windsor tampoco pasaron inadvertidas. Entre ellas destacaron una modernísima (y quizás poco adecuada) Sophie de Wessex, quien optó por pantalones blancos y un abrigo de pana; y las hermanas York, Beatriz y Eugenia,que no se perdieron la cita. La mayor asistió acompañada por su marido, Edoardo Mapelli, y la menor en solitario, sin Jack Brooksbank, quien acaba de perder a su padre. Su prima Zara, hija de la princesa Ana, fue junto a su esposo, Mike Tindall.
De parte de la duquesa de Cambridge asistieron sus padres, Michael y Carole Middleton, y sus dos hermanos, Pippa y James, este último junto a su flamante esposa, Alizee, con la que se casó el pasado verano en la Provenza francesa.
La 'hermanísima', en cambio, también declinó ir sin su marido, James Matthews, padre de sus dos hijos, con el que lleva una discretísima vida. Por eso esta aparición 'sorpresa' es de lo más llamativa. Los Middleton se colocaron en una de las filas delanteras, formando una piña.Aunque la reina Isabel había mantenido un encuentro oficial por la mañana, en esta ocasión declinó asistir y estar tranquila, dejando a los más jóvenes, y sobre todo a la muy solvente Kate, el papel estelar de la ceremonia. De todos modos, a nivel más privado, está previsto que la soberana vuelva a reunir a todos los Windsor para celebrar la próxima Navidad en su residencia campestre de Sandringham, que será la primera sin el querido duque de Edimburgo.