Hacía mucho tiempo que no los veíamos juntos, pero la espera ha merecido la pena. Kate Middleton se ha reunido hoy con sus suegros, el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla de Cornualles, para llevar a cabo una visita oficial en la que han dejado de manifiesto lo bien que se llevan.
No es habitual verlos juntos en compromisos de agenda, por lo que cobra un doble significado. Además, ha trascendido que ha sido el heredero británico el que ha invitado personalmente a su nuera a acompañarles a él y a su mujer. Kate, por supuesto, aceptó la invitación encantada y así nos han brindado una imagen bastante inusual.
Los tres han visitado el centro de enseñanza de la Fundación del Príncipe, que está situado en el Trinity Buoy Wharf, en Londres. Este se trata de un antiguo faro, junto a la confluencia del río Támesis y Bow Creek, que ahora funciona como espacio dedicado a distintas actividades artísticas y culturales.
Según el príncipe Carlos, esta invitación hacia su nuera se produce por "nuestros intereses comunes y el continuo apoyo a las artes e industrias creativas".
La duquesa de Cambridge ha aparecido en el lugar con un antiguo vestido gris con cuello negro de Catherine Walker, un bolsito de Mulberry y zapatos de Gianvito Rossi. Kate lucía la melena con un semirecogido y el pelo ondulado.
Un look en el que, por supuesto, no faltaba su anillo de compromiso de zafiro. Ayer mismo nos llamaba la atención que no se lo quitara ni mientras jugaba al rugby durante un evento deportivo en un estadio de Londres.
Y a esta joya le ha sumado los pendientes a juego. Estas piezas pertenecieron en su momento a Diana de Gales, con lo que la elección por parte de Kate debe haber sido algo más que un gesto 'decorativo' y un detalle con mucho fondo emocional.
Pero pese a que Camilla fuera durante años la enemiga acérrima de Lady Di por sus relaciones extramatrimoniales con el príncipe Carlos, lo cierto es que el tiempo todo lo cura y ahora se llevan de maravilla. Kate no vivió aquella época, aunque su marido, siendo niño y adolescente, sí que sufrió el desamor de sus padres.
Carlos y Camilla llevan 16 años de matrimonio, tiempo en el que la duquesa de Cornualles ha logrado ganarse al pueblo británico, cuando al principio lo tenía todo en contra. Su inteligencia y agudeza han derribado todos los muros, incluso con los propios Windsor, empezando por su suegra, la reina Isabel. La pareja, siempre cómplice, no para esta semana. El pasado 1 de febrero, Carlos y Camilla inauguraban el Año Nuevo Chino, el del Tigre del Agua, dejándonos imágenes insólitas.
Este encuentro con Kate Middleton es una prueba más de ello. A nadie le ha pasado inadvertido el 'buen rollo' que se han mostrado, algo que no parecía una pose solo de cara a la galería. Este es el primer acto al que acude Kate con sus suegros (antes lo había hecho siempre en compañía de su marido, el príncipe Guillermo), así que marca un antes y un después.
Durante esta visita no han faltado risas, comentarios y confidencias. Mientras presenciaban una clase de dibujo se ha visto a Kate y al príncipe Carlos especialmente distendidos. Recordemos que el heredero es todo un artista y que acaba de exponer sus cuadros de acuarela. A esto se le llama hacer buenas migas.