Los pomposos festejos del Trooping the Colour, la tradicional ceremonia anual que marca el cumpleaños oficial de Isabel II han agotado a la soberana. Cansada y con molestias físicas tras el esfuerzo realizado este jueves en el palacio de Buckingham, no asistirá a los actos religiosos previstos para este viernes con motivo de su Jubileo de Platino. La reina tenía previsto asistir al servicio en la Catedral de San Pablo de este viernes. Pero, para tristeza del pueblo británico, no podrá ser. "La Reina ha disfrutado mucho del desfile de cumpleaños y del Flypast de hoy, pero ha experimentado algunas molestias", anuncia un comunicado de prensa emitido desde palacio.
"Teniendo en cuenta el viaje y la actividad requerida para participar en el Servicio Nacional de Acción de Gracias de mañana en la Catedral de San Pablo, Su Majestad, con gran reticencia, ha llegado a la conclusión de que no asistirá", dice el comunicado. "La Reina está ansiosa por participar en el evento de encendido de luces de esta noche en el Castillo de Windsor y quisiera agradecer a todos aquellos que hicieron de hoy una ocasión tan memorable", concluye el texto. Así pues, la Reina no estará presente ni en la misa de Acción de Gracias que tendrá lugar en su honor en Saint Paul, ni en la recepción posterior en el Guildhall, organizada por el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
"La reina continúa experimentando problemas de movilidad"
Esta noticia se produce apenas unas horas después de que la soberana, de 96 años, apareciera este jueves para pasar revista desde el balcón de Buckingham Palace a las tropas del desfile militar al que han acudido miles de personas. Sin embargo, no es la primera vez que se ve obligada a cancelar un compromiso oficial por un asunto relacionado con su salud. Hace apenas un mes no pudo asistir a la apertura del Parlamento británico. Era la primera vez que faltaba desde 1963. En aquella ocasión fue reemplazada por su hijo, el príncipe Carlos. "La reina continúa experimentando problemas de movilidad episódicos y, en consulta con sus médicos, ha decidido a regañadientes que no asistirá mañana a la apertura estatal del Parlamento", decía el comunicado de Buckingham emitido entonces.
Lo cierto es que los problemas de movilidad de la reina han sido frecuentes a lo largo de los últimos meses, en especial desde que fuese ingresada el pasado 20 de octubre en un hospital londinense para someterse a un chequeo y a “investigaciones preliminares”. En su momento no de dijo nada de su ingreso, que se dio a conocer a posteriori, lo que provocó una oleada de críticas en el Reino Unido por el oscurantismo con el que se han tratado los temas relacionados con la salud de la reina. Después de su paso por el hospital, Isabel II suspendió durante más de tres meses su actividad pública el pasado otoño. La cosa empeoró en febrero, cuando contrajo el Covid. Desde entonces camina apoyada por un bastón, ha cambiado las reuniones personales por los encuentros online y ha limitado al máximo sus apariciones públicas.
El malestar de Isabel II en el acto inaugural del Jubileo de Platino
Según la prensa del país, la monarca ha experimentado serias dificultades para moverse en el arranque del Jubileo de Platino. "La Reina disfrutó de la celebración pero sintió un cierto malestar", han declarado fuentes a The Daily Mail, sin precisar más detalles del malestar que le impedirá reunirse con sus súbditos en un aniversario que el país sigue festejando por todo lo alto. Esta noche está previsto que más de 2.000 ciudades y localidades británicas y en los territorios de la Commonwealth enciendan antorchas como parte de los actos programados.