La infancia de Meghan Markle: diversidad racial y un antepasado royal

Meghan Markle fue criada en el seno de una familia humilde en un barrio de Hollywood, tras nacer cinco días después de la boda de Carlos III y Diana de Gales. La actriz tuvo una infancia feliz aunque también atravesó momentos muy difíciles que marcaron su adolescencia. Sus padres, Thomas y Doria, la criaron para que no sufriera con la diversidad racial de la época y, con el tiempo, Meghan fue capaz de definir su personalidad. Hasta que conoció al príncipe Harry de Inglaterra cuando su vida cambió radicalmente. Sigue leyendo y descubre cómo fue la infancia de Meghan Markle en el Hollywood humilde de Los Ángeles.

La infancia de Meghan Markle

Los padres de Meghan Markle, Thomas y Doria, tardaron casi dos años en convertirse en padres. La pareja era un matrimonio de Hollywood, pero del Hollywood que no brilla. Su padre era un hombre corpulento y alto, de piel muy blanca y pelo dorado, y tenía 35 años cuando se dio el 'sí, quiero' con su esposa Doria en 1979. Doria, de piel muy oscura y pelo muy rizado, tenía 23 años cuando se casó con Thomas en una ceremonia discreta celebrada en un templo de Sunset Boulevard, en Los Ángeles. El novio vestía una chaqueta de tweed y camisa de color jengibre, casi doblaba en altura a la novia. Ella vestía como una colegiala. Había elegido para ese día una modesta falda blanca plisada y una blusa de manga corta, y en el pelo, decidió lucir una pequeña coronita, un detalle nupcial típico de la época.

Thomas tenía dos hijos de una relación anterior que no llegó a buen puerto, pero cuando nació Meghan, el mundo se paralizó para el matrimonio. "Es una flor", así llamaba Doria a su hija. El barrio de Los Ángeles donde vivía la familia Markle era un buen lugar para criar a la niña, y también al hijo de Thomas, que vivió con ellos durante un tiempo. Aunque el barrio donde vivían fuera bueno, la familia tuvo que hacer frente al racismo de la época. Meghan, ha contado públicamente una anécdota de estos años de su infancia en la que un día mientras jugaba en un parque confundieron a su madre, de piel y rasgos africanos, con su niñera. Un momento que a Meghan se le ha quedado clavado en su recuerdo. 

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Meghan Markle

Meghan ha reconocido públicamente en varias ocasiones las dificultades por las que pasaron sus padres para que ella tuviera un infancia más feliz y con menos sesgo racial. En una de sus entrevistas, Meghan reveló que cuando tenía siete años soñaba con la casa de muñecas de Barbie, la familia de Barbie, con un papá, una mamá y dos hijos, pero esa casa de muñecas tenía un problema: eran familias blancas. Al romper el papel de regalo que envolvía su casa, descubrió una familia igual que la suya que la hizo enormemente feliz. Su padre se había retocado la casa de muñecas.

Thomas y Doria se separaron en 1983 cuando Meghan solo tenía dos años de edad, aunque sus padres hicieron todo lo posible para que la niña no notase la ruptura. Y así fue. Sus padres siguieron compartiendo las vacaciones los tres juntos y su Thomas la cuidaba con especial cariño durante los fines de semana, después la dejaba en el segundo piso de la vivienda materna. Meghan nunca vio discutir a sus padres, incluso se llevaba bien con sus hermanastros, tal y como ella ha asegurado en varias ocasiones.

En 1987 llegó el divorcio para el matrimonio. Por aquel entonces, Thomas era director de iluminación en la serie 'Maried… with children', más tarde director de fotografía. Meghan le visitaba en los estudios a menudo y recibía el cariño de las estrellas del cine. Allí fue donde nació poco a poco la vocación artística de Meghan Markle, aunque todavía estudiaba en el centro católico Inmaculate Heart High School. Años después, en su blog 'The Tig', que ya está cerrado, revelaba sus enseñanzas familiares. Desde niña sus padres la enseñaron a compartir y ayudar a quienes tenían menos posibilidades que ellos, también conoció la violencia policial en los fuertes disturbios de Rodney King en Los Ángeles originados por motivos raciales que finalizaron en pillajes y asesinatos causando 54 muertos.

Poco a poco, Meghan definió una personalidad activista y reivindicativa desde que era casi una adolescente, y que perdura hoy en día ya que es una de las pocas royals capaces de hablar sin tapujos frente a las cámaras de la prensa. Existe una anécdota que demuestra cómo es la personalidad Meghan Markle cuando se mostró en contra de los anuncios de televisión sexistas que infravaloraban a las mujeres. Llegó a escribirle personalmente a la propia Hillary Clinton y a Procter and Gamble, los responsables del detergente que relegaba a las mujeres a la cocina, denunciado su contenido. "Ese día fui consciente de la magnitud de mis acciones. Con solo 11 años había aportado un pequeño grano de arena para defender la igualdad", confesó Meghan Markle en 2015 durante una conferencia de ONU Mujeres para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. 

Un antepasado royal en la familia de Meghan Markle

Según el genealogista británico Gary Boyd Roberts, Meghan Markle tiene raíces comunes gracias al prolífico Eduardo III que tuvo nueve hijos. Un descendiente de Eduardo fue un ancestro del padre de Meghan, se trata del reverendo William Skipper, que llegó a Nueva Inglaterra en 1639. También, se habla de otros antepasados aún más antiguos: Sir Philip Wentworth, un caballero y cortesano que fue bisabuelo de Jane Seymour, tercera esposa de Enrique VIII; de María Clifford, hija del séptimo barón de Clifford … Sostienen que la tataraabuela de Markle, Mary Bird, trabajaba en los palacios. De todos ellos, el relato de Gary Boyd está constatado como el más certero hasta el momento. 

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