La prensa británica ha destapado episodios desconocidos de la Familia Real. El último en ver la luz ha sido la desconocida enemistad entre Guillermo de Inglaterra y el hijo de su hermanastro, Tom Parker Bowles, a quien, al parecer, "no aguanta". "Al príncipe de Gales le pone nervioso el estilo de vida libertino del hijo de Camilla", cuentan. Una bomba informativa que ni mucho menos es la única, siendo ahora cuando se ha conocido la decisión que cambió su vida para siempre.
"Estuvo a punto de tomar una decisión que habría cambiado por completo el curso de su futuro", comienzan diciendo en 'The Mirror'., diario británico. Y es que quiso abandonar la universidad de Escocia en la que estudiaba antes de conocer a Kate Middleton, tal y como cuenta el experto real Robert Lacey. "No pensó lo 'aburrida' que podía ser la vida en un pueblo pequeño escocés", añade. Pero, ¿cómo fue para él aquella época?
Los primeros meses en la universidad a Guillermo de Inglaterra "se le hizo muy difícil"
"El único plan era ir de compras a un local. Sus salidas se veían empañadas porque todos los estudiantes querían hablar con él", aseguran. Tal fue el descontento del príncipe Guillermo que volvió a casa la mayoría de los fines de semana, lo que le hizo reflexionar. Quiso abandonar la universidad, un impulso que llevó a su padre, Carlos III, a tomar urgentes medidas. Corría el año 2001 cuando padre e hijo se sentaron para trazar un plan alternativo, uno que sí convencía a Guillermo, pero que para Carlos era un craso error.
"Guillermo de Inglaterra habría parecido un desertor"
El príncipe Guillermo planteó la posibilidad de cambiarse de universidad y trasladarse a Edimburgo, un cambio que de haberse producido le habría alejado de Kate Middleton. De hecho, quizás no se hubieran conocido. Según Lacecy, el experto real, Carlos III consultó a sus ayudantes de mayor confianza: "Habría sido un desastre personal para Guillermo, lo habrían visto como un desertor". No solo por eso, sino también porque su abandono podría dañar las relaciones con Escocia.
Fue también su abuelo, el príncipe Felipe de Edimburgo, quien tomó cartas en el asunto. Lejos de aceptar la propuesta de su nieto, "le pidió que se pusiera las pilas y no se acobardara". También ayudaron los consejos del equipo de su padre, entre otros del asesor de imagen, Mark Bolland. "No fue diferente de lo que pasan muchos estudiantes de primer año. Nos lo tomamos todo como un tambaleo, lo cual era completamente normal".
Tras varias conversaciones Guillermo de Inglaterra aceptó volver a la universidad de St Andrews, determinación que no solo cambió su futuro estudiantil, sino que le ayudó a conocer a Kate. Una historia sobre la que el hijo mayor de Carlos III y Diana de Gales ha dado su propia versión: "No creo que sintiera nostalgia, estaba más intimidado. Mi padre fue muy comprensivo al respecto y se dio cuenta de que probablemente tenía el mismo problema que él. Hablamos mucho y al final ambos nos dimos cuenta -yo definitivamente me di cuenta- de que tenía que regresar".