La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo ha participado durante esta semana en varios eventos solidarios para recaudar dinero contra el cáncer. Aunque de entre todas las iniciativas, su presencia en una de ellas en particular ha resultado de lo más curiosa. Y es que no todos los días se tiene a una soberana al teléfono y frente a las cámaras...
La esposa del Gran Duque Enrique ha mostrado su firme apoyo a Télévie, una iniciativa benéfica impulsada por la cadena de televisión RTL y que, además, este año está celebrando su 20º aniversario. Su labor se centra en recaudar fondos para la investigación médica de diferentes enfermedades, pero especialmente sobre el cáncer.
Este es uno de los ejes fundamentales de la tarea pública de María Teresa, quien ha manifestado: "La lucha contra el cáncer es un compromiso permanente para mí. Lo hago como presidenta de honor a través de la Fundación Cáncer. Esta lucha no se ganará más que con la investigación científica y solo quiere emplear todas mis fuerzas para esta movilización y apelar al apoyo financiero de los ciudadanos para el Télévie".
Dicho y hecho. La Gran Duquesa se trasladó a la localidad de Mertzig para asistir a la jornada central, en la que se encontró con voluntarios, pacientes y familias en un ambiente muy festivo. Después tuvo lugar un programa especial televisado, una telemaratón destinada a la causa.
Ni corta ni perezosa, María Teresa de Luxemburgo se sentó en uno de los puestos destinados a los voluntarios, se colocó los auriculares y se puso al teléfono para atender las llamadas de los generosos donantes. Muy sonriente y distendida, vestida con una original chaqueta de tipo kimono, la soberana sorprendió a todos aquellos a los que les tocó en suerte ser recibidos por ella al otro lado de la línea. Y no hay duda de que su implicación activa en esta jornada ayudó a incrementar mucho más el dinero recaudado.
Este no fue el único acto en el que participó durante estos días. Se vio a la soberana, de 66 años, compartiendo otra jornada con la misma temática, charlando con todos, haciéndose fotos con miembros de las distintas organizaciones solidarias o divertidos selfies con las familias...
María Teresa de Luxemburgo parece estar dejando atrás, o al menos atenuando, una cierta 'mala prensa' motivada por diversas informaciones de tiempo atrás que la tachaban de soberbia con algunos trabajadores empleados en la Casa Gran Ducal.
A nivel familiar, loa Grandes Duques de Luxemburgo tenían previsto celebrar este año a la boda del príncipe Luis, el tercero de sus cinco hijos, con la abogada francesa Scarlett-Lauren Sirgue, pero el pasado 22 de febrero la pareja anunció su ruptura definitiva. Pese a lo inesperado de la noticia, María Teresa expresó a través de las redes sociales que la joven seguiría siendo parte de la familia.
Los Grandes Duques también tienen cinco nietos, de los que procuran disfrutar lo más posible fuera de sus compromisos oficiales y que sacan su lado más tierno.