Harry y Meghan sacudieron a la monarquía británica con su renuncia en 2020, pero no son los únicos 'royals' que han roto moldes. Desde abdicaciones históricas hasta decisiones personales que desafiaron la tradición de la corona, hay otros miembros de la realeza, como Eduardo VIII, la princesa Marta Luisa de Noruega o el príncipe Luis de Luxemburgo, que también eligieron seguir su propio camino. Sigue leyendo y descubre quiénes han sido los royals más destacados que abandonaron la monarquía como los duques de Sussex.

Harry y Meghan

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El duque de Windsor que abdicó por amor

Uno de los momentos históricos más destacados de la monarquía británica junto a la renuncia de Harry y Meghan, y la trágica vida de Diana de Gales que puso en jaque a la corona, fue la abdicación por amor de Eduardo VIII que nadie se esperaba. "No puedo cumplir mi deber como rey sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo", declaró el rey en su discurso de abdicación en 1936 tras enamorarse perdidamente de Wallis Simpson con quien no tardó en mudarse a vivir a una espectacular villa en París, conocida como 'Villa Windsor', donde Lady Di pasó su último día en la capital francesa antes de su trágico accidente de tráfico. Esta decisión inaudita y sorprendente en su momento, lo relegó del título de alteza real al de duque de Windsor y marcó el inicio de una vida en el exilio junto a su esposa Wallis, lejos de las responsabilidades de la monarquía.

Eduardo y Wallis vivieron el resto de sus días juntos y a lo largo de su vida mantuvieron una relación muy distante con el resto de miembros de la Familia Real. Su abdicación marcó un antes y un después en la monarquía británica, dejando cicatrices profundas en la institución que con el tiempo no han conseguido sanar. Su decisión puso de manifiesto las tensiones entre los deberes reales y los deseos personales de los royals que han servido como ejemplo para otros miembros de la realezas que se han visto en su misma situación.

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Familia Real Británica

Marta Luisa de Noruega, la princesa independiente

La princesa Marta Luisa de Noruega tenía claro el camino que quería seguir en su vida a pesar de su título real. En 2002, renunció a su tratamiento como "alteza real" para poder desarrollar su propia carrera como escritora y conferenciante lejos de la monarquía. Marta Luisa se ha involucrado a lo largo de su vida en actividades benéficas y trabaja en varias organizaciones a las que dedica la mayor parte de su tiempo. En 2019, anunció su relación con el chamán Durek Verrett causando un gran revuelo en su Familia Real. Marta Luisa dejó claro que sus funciones reales se reducirían aún más para centrarse en su vida personal y profesional alejada de la corona noruega. Aún así, mantiene buena relación con el resto de miembros de su Casa Real y, recientemente, ha contraído matrimonio con Durek Verrett en una en una romántica boda celebrada en los fiordos de Geiranger.

Marta Luisa de Noruega y Durek Verret

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Friso de Holanda, un ejemplo de renuncia

El príncipe Johan Friso de los Países Bajos renunció a sus derechos al trono en 2004 para casarse con Mabel Wisse Smit, una joven con un pasado difícil relacionado con un narcotraficante que generó un inevitable escándalo mediático. Al no recibir la aprobación del parlamento neerlandés para el matrimonio, requisito indispensable para mantenerse en la línea de sucesión, Johan Friso optó por seguir adelante con su compromiso dejando oficialmente de ser miembro activo de la Familia Real.

Tras su renuncia, Johan Friso llevó una vida profesional destacada en el sector financiero, trabajando para firmas como 'Goldman Sachs' y la empresa minera 'Urenco'. Junto a Mabel, formaron una familia con sus dos hijas, Luana y Zaria, y vivieron entre Londres y Austria alejados de la monarquía y de la corona de su país. Durante su vida, la pareja mantuvo un perfil discreto, disfrutando de una vida más privada, sin responsabilidades reales y alejada del ojo público.

Friso de Holanda

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En 2012, Johan Friso sufrió un grave accidente de esquí en Austria quedando en coma debido a los daños cerebrales causados por una avalancha de nieve. Tras más de un año en estado crítico, falleció en 2013 dejando como legado el recuerdo de un royal que priorizó el amor y su vida personal por encima de las tradiciones monárquicas de la corona de su país. 

Amadeo de Bélgica, la pérdida voluntaria de sus derechos dinásticos

La monarquía belga no había conocido lo que es una renuncia del título real por amor hasta que el príncipe Amadeo de Bélgica decidió dejar a un lado todas sus responsabilidades reales para casarse con la que era en aquel momento, "el amor de su vida". En 2014, el sobrino del rey Felipe de Bélgica sorprendió al país al renunciar a sus derechos sucesorios tras contraer matrimonio con Elisabetta Rosboch von Wolkenstein. Desde entonces, Amadeo ha estado centrado en su vida personal y profesional alejado de la corona belga, trabajó en la prestigiosa consultora 'Deloitte' antes de unirse a una firma de inversión en Nueva York, donde vivió varios años con Elisabetta y donde formó una familia junto a sus tres hijos, Anna Astrid, Maximilian y Alix.

Amadeo de Bélgica

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Pese a su distanciamiento de la corona, Amedeo sigue participando ocasionalmente en actos oficiales, especialmente en eventos importantes como bodas y funerales reales. Aún así, el que fue príncipe ha perdido todos sus derechos dinásticos a los que antes tenía derecho por pertenecer directamente a la línea de sucesión al trono. 

El príncipe Luis de Luxemburgo: sin título, sin esposa y alejado de la realeza

El príncipe Luis de Luxemburgo, tercer hijo del Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa, renunció a sus derechos sucesorios en 2006 para casarse con Tessy Antony, una joven luxemburguesa de origen humilde que había servido en las fuerzas armadas del país. La decisión de Luis marcó un antes y un después en su país, al igual que la decisión del príncipe Amadeo de Bélgica. Tanto en Bélgica como en Luxemburgo, hay que contar con la aprobación parlamentaria del matrimonio para conservar la posición en la línea de sucesión, pero ni Amadeo ni Luis estaban dispuesto a pasar por aquel filtro institucional. Sin embargo, el matrimonio no llegó a buen puerto y se divorciaron en 2017 tras doce años de amor y tres hijos en común, Gabriel y Noah. Desde entonces, Luis ha seguido alejado de la corona pero si ha participado en algunos eventos oficiales de su familia.  

Luis de Luxemburgo

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