Harry de Inglaterra y Meghan Markle están separados... pero solo por sus compromisos laborales. Después de meses hablándose de crisis entre ellos, la expareja de oro de la realeza británica sigue adelante haciendo oídos sordos al ruido mediático, aunque haya gestos que delatan que no todo son rosas en el matrimonio.De momento, estos días el príncipe se haya inmerso en una gira por Asia para promocionar su organización benéfica, Sentebale, que fundó en 2006 para ayudar a niños y jóvenes afectados por el VIH en Lesoto y Botsuana. Pero no le acompaña su esposa, sino uno de sus mejores amigos: Nacho Figueras, un reconocido jugador de polo argentino. Ambos nos están dejando las imágenes de 'colegueo' más simpáticas, haciendo sus planes como dos jovenzuelos de vacaciones.
Para muestra, su paso por Japón, donde ambos acudieron a un congreso sobre deporte y filantropía. Antes de marcharse, la pareja recaló en una tienda de la firma Itoya Top Drawer, en el centro de Tokio, donde se probaron unas gafas de sol femeninas y posaron con los brazos cruzados al estilo de chicos duros. "De compras para nuestras esposas", reza el texto compartido por Nacho Figueras en su cuenta de Instagram. Un guiño a sus señoras con el que les mandaban un cariñoso mensaje de recuerdo desde miles de kilómetros. Que no se diga que la distancia es el olvido.
Y así, mientras el príncipe Harry buscaba algún detalle para su esposa, Meghan Markle era pillada haciendo sus propios planes. Y además bastante divertidos. La duquesa de Sussex, que acaba de cumplir 42 años, asistió al esperado concierto de Taylor Swift en Los Ángeles junto a Lucy Fraser, una de sus mejores amigas, quien además le mostró su apoyo en su documental de Netflix. Como también es amiga de la artista, después todas continuaron con una fiesta privada.
Ahora el príncipe Harry y Nacho Figueras han puesto rumbo a Singapur, donde se celebrará un partido de polo benéfico a favor de Sentebale, en el que el 'royal' británico participará capitaneado por su amigo. Por cierto, este viaje ha coincidido justamente con la decisión del palacio de Buckingham de retirarle de su página web el título de Su Alteza Real. Otro 'pequeño' movimiento más que simboliza las cada vez más congeladas relaciones del duque de Sussex con la familia Windsor, de la que decidió apartarse oficialmente a principios de 2020.