La Infanta Cristina lleva desde el año 2013 viviendo en Ginebra. Suiza para ella se ha convertido en su hogar, país helvético en el que ha criado durante muchos años a sus hijos y desde donde ha capeado el temporal cuando la polémica les azotaba tras estallar el caso Nóos. Pero como todo "la vida son etapas". Según ha podido saber SEMANA, la hija del Rey Juan Carlos actualmente tiene "el síndrome del nido vacío", sensación que acompaña a los padres cuando sus hijos abandonan su domicilio familiar. Y es que los cuatro hijos de su matrimonio con Iñaki Urdangarin han emprendido sus caminos y pensado en su futuro, dando igual que eso implique volar en solitario. Algo que doña Cristina entiende, ya que como ella cuenta a su entorno "es ley de vida", una situación que le ha llevado a tomar ciertas decisiones, tal y como ha podido saber SEMANA.
Su hija menor, Irene Urdangarin, ha elegido estudiar en École Hôtelière de Lausanne, una prestigiosa universidad situada a más de una hora de la casa de su madre. Estará a más de 60 kilómetros por lo que su intención, de momento, sería mudarse para evitar así horas de coche diarias. La joven está completamente concienciada de cuánto y cómo deberá volcarse en su carrera, por lo que le faltarán horas en el día, sobre todo al principio para llegar a los niveles que exige un lugar tan prestigioso. Esta reflexión es la que ha llevado a la Infanta Cristina a barajar un traslado para ella. Según nos explican a SEMANA fuentes de su entorno, "quiere volver a España porque ya nada le ataría a Ginebra" si su hija se muda.
La Infanta Cristina se está "planteando seriamente" un traslado, nos indican a SEMANA
"Se lo está planteando seriamente. Existe la opción de un traslado y ella no deja de darle vueltas. Era cuestión de tiempo porque ella ahora se queda sola allí...", nos deslizan. "Está contenta con su trabajo, pero el día a día se le hace cuesta arriba al no tener tan cerca a los suyos", añaden. A sus 58 años cree que ha llegado el momento de cerrar su capítulo en Ginebra y comenzar otra hoja nueva en su país natal. Si bien seguiría trabajando para la fundación Aga Khan debido a que dejan teletrabajar a sus empleados, la Infanta Cristina deberá personarse de vez en cuando en Ginebra. Una obligación que para ella no supondrá ningún problema debido a que el vuelo directo es inferior a dos horas, lo que le permitiría ir y venir en el día si así lo quisiera. Así las cosas, no tendría tampoco problema alguno para seguir desempeñando su trabajo como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa, donde es empleada desde hace más de dos décadas.
"Madrid o Barcelona son las opciones que ella tiene en su cabeza ahora. Es verdad que le tira más Barcelona porque allí tiene muchos amigos y, además, a su hijo Pablo que está repuntando como deportista", nos asegura alguien que la conoce bien. Desde allí es fácil viajar a los diferentes puntos del mapa en los que se encuentran sus hijos como es el caso de Miguel, quien vive en Reino Unido donde estudia Ciencias del Mar o el propio Juan Valentín, que está instalado en Madrid y que ha sido voluntario en diferentes países, lo que deja ver que es un ciudadano de mundo. "En Ginebra vive muy tranquila y no tiene presión de ningún tipo, pero echa de menos estar con amigos y familia diariamente", nos puntualizan.
La idea que ronda la cabeza de la Infanta Cristina
Una hoja de ruta y diferentes posibilidades que la Infanta Cristina ha comentado con sus más allegados. Con los mismos con los que se ha confesado de su ruptura con Iñaki Urdangarin y de su relación con Ainhoa Armentia, sobre quien SEMANA tiene información. Desde este miércoles en tu kiosco tienes fotografías exclusivas de Ainhoa de vacaciones en Alicante, eso sí, ni rastro de Iñaki Urdagarin. Este medio ha podido hablar con su círculo y nos relatan que existe "un claro distanciamiento" entre ellos, por lo que no te pierdas el último número para estar al tanto de cuál es su situación en la actualidad.