La Infanta Cristina está aprovechando los días previos al cumpleaños de la Princesa Leonor para estar con sus hijos en España. Y qué mejor plan para terminar el fin de semana que ver a tu hijo haciendo lo que más le gusta: jugar con su equipo de la Liga Plenitud Asobal. Se ha podido ver a la hija del Rey Juan Carlos en el Palau d’Esports de Granollers animándole, donde por cierto charló con la madre de Johanna Zott, la novia de Pablo. Una cita tras la que han ido a comer a uno de los restaurantes más icónicos de Barcelona, en concreto, a La Balsa, un lugar de ensueño debido a que está rodeado de árboles y frondosa vegetación y que, además, cocina algunos de los mejores platos de la gastronomía catalana. Tal es su éxito que no solo acoge a clientes de alto nivel adquisitivo o a influencers, también a personas con tintes reales como es este caso. Y por un precio bastante asequible para un roya, como es el caso: 50 euros por persona.
Pablo Urdangarin come con su madre, la Infanta Cristina, y su hermano Miguel en Barcelona
Allí Cristina ha estado acompañada de Pablo y de Miguel Urdangarin, quien también está muy unido a su madre. Los tres parecían estaban encantados con la posibilidad de comer en uno de los restaurantes más emblemáticos de Barcelona. Eso sí, no estaban solos, sino con los escoltas con los que la hermana del Rey Felipe va a todas partes, quienes velaban por su seguridad y evitaban que nadie se acercara a ellos. Todos entraron a este restaurante que sorprende tanto que incluso ganó el Premio FAD de arquitectura en el año 1979, no pudiendo evitar que el resto de comensales se percataran de su presencia. Pero, ¿qué creaciones culinarias ofrecen para que no dudaran en reservar una mesa para tres?
La Balsa, el restaurante en el que la Infanta Cristina ha comido con sus hijos en la ciudad condal
Según hemos podido ver en su carta destaca por platos como picaña madurada durante 90 días, por una excelente tortilla de gamba roja y bacalao o tartar de atún rojo con yema curada y tostadas, entre otros. Esto deja ver su toque creativo en la cocina, algo que ellos mismos señalan en el universo 2.0. "Sabores limpios, sin trampas ni artificios, nuestra cocina llevada a la actualidad", dicen. Lo que han preferido que quede bajo llave es qué degustaron Pablo, Miguel y su madre, la Infanta Cristina durante su visita. De hecho, no han querido fotografiarse con ellos o la menos compartir una foto de su cita en Barcelona en su cuenta de Instagram, donde suelen ser bastante activos y donde han preferido optar por la absoluta discreción.
Tras esta comida en la que hay platos desde 10 euros a 30, la Infanta Cristina y sus hijos Miguel y Pablo abandonaron el restaurante juntos y en un coche conducido por Pablo Urdangarin, quien conoce a la perfección la ciudad en la que vive. Quién sabe si han aprovechado esta visita para conocer la casa de Pablo, quien hace muy poco se mudó a un lujoso piso en el que hasta hace muy poco vivía solo. Aunque antes estaba instalado en un piso de Sant Joan Despí por el que pagaba unos 1300 euros junto a dos amigos, ahora optado por otro completamente distinto. Esta vez se ha decantado por un apartamento de 150 metros cuadrados con jardín y piscina y que, además, está muy cerca del hotel en el que suele hospedarse su madre, el AC Marriot Victoria Suites.